El trabajo remoto ayuda no solo a reducir los costos de las oficinas, sino también a subir la productividad si se logra una buena organización. Ya sea que se trabaje para una empresa en otro país o que se trate de un emprendimiento propio, lo importante es tener una rutina para que las horas rindan mejor y la vida personal no influya en el trabajo ¡ni al revés!.
En Viajala, metabuscador de vuelos y hoteles, los colaboradores están en diferentes países de Latinoamérica. Aunque las oficinas se encuentran en Medellín, Colombia, la start-up tiene operaciones en Chile, Argentina, México, Brasil, Perú y Ecuador y es allí donde se trabaja remoto. "No hay una mejor opción que permitir el home office para las empresas que quieren expandirse internacionalmente. Si los empleados son disciplinados, enfocados y tienen un espacio para trabajar, todo va a salir bien", explica Thomas Allier, CEO de Viajala.
Además, el emprendedor aconseja organizar el trabajo de quienes están en zonas horarias diferentes, de forma que al menos unas horas del día, todos estén conectados.
Aquí algunas recomendaciones para una vida profesional en modo teletrabajo:
1. Establecer horarios: Al estar en casa, es tentador quedarse más tiempo en la cama o ver una serie en el "horario de oficina". Sin embargo, para ser más productivo y no perder el foco, es importante respetar una rutina profesional: levantarse siempre a la misma hora, arreglarse como si fuera a la oficina (bañarse, vestirse, desayunar) y "marcar tarjeta", aunque eso signifique solo prender el computador.
2. Disponer de un espacio para la oficina en casa: Invierte en equipar un lugar de trabajo con todo lo que necesitas en el día a día: una silla cómoda, una mesa funcional, material de oficina, wifi potente, agua, snacks, etc. Trabajar en la cama o en espacios como el sofá o la mesa del comedor puede ser contraproducente. Levantarse a cada instante para buscar algo, una lapicera, agua, papeles y anotaciones, también puede afectar el rendimiento.
3. Hacer saber a la familia y amigos que no estás disponible: Para quien o quienes viven contigo, puede ser difícil entender que, aunque estás en casa, no estás de vacaciones y, por lo tanto, no estás disponible para resolver problemas, hacer compras o ir a tomar una cerveza en la mitad de la tarde. Deja claro cuál es tu horario de trabajo y pide que no te molesten durante ese lapso.
4. Salir de vez en cuando: Si trabajas desde tu casa, almuerzas en casa, tomas un café en casa y resuelves todo por teléfono, conviene que de vez en cuando salgas a dar una vuelta. ¡Date un respiro! Con este estilo de vida, es muy probable que pases días sin ver la luz del sol y necesitas despejarte, a ratos, para trabajar mejor.
5. Si te sientes solo, cambia de ambiente: Trabajar en bibliotecas públicas, cafés tranquilos o coworks sirve para tener contacto con otras personas, lo cual te ayudará a alejar la sensación de aislamiento.
6. Ejercita la concentración: Aprovecha de deshacerte de lo que es molesto en un ambiente en la oficina: mucho movimiento, teléfono sonando permanentemente, reuniones a toda hora. Pero cuidado con otras distracciones, como el cómodo sillón, el celular, la mascota o ¡Netflix!
7. Mantén la limpieza y el orden: Tu lugar de trabajo es tu casa y eso significa que es imprescindible que las cosas se mantengan ordenadas y limpias de forma permanente. Perder el tiempo limpiando tu escritorio te hará perder la concentración.
8. Ponle fin al día laboral: Al estar en casa, las horas de trabajo pueden terminar extendiéndose. Siempre habrá demanda, pero eso no quiere decir que debas resolver todo inmediatamente. Aprende a separar lo urgente de aquello que no lo es. La disciplina para empezar el día de trabajo es tan necesaria como la que requieres para terminarlo.
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