Minuto 58 y Jaime Valdés le mete un pase al callo a Octavio Rivero. Éste aprovecha el error defensivo de Germán Lanaro para poner el 2-1 dos minutos después del gol de Maripán.
Con su pepa, el uruguayo consiguió por fin coronar una tarde redonda luego de hacerlas todas. La metió, defendió, guapeó y convirtió en los momentos donde el Cacique más lo necesitó.
"Hoy me tocó convertir, pero no sé si fue mi mejor actuación, tengo que mirar el partido. Lo importante es la identidad de juego que conseguimos y que venimos mostrando hace cinco o seis partidos, con mucha agresividad", la tiró tras la mocha.
Rivero quedó caliente
"Quedé caliente con el resultado porque merecimos un poco más que el empate", agregó.
Y aprovechando el gran perdonazo de los hinchas albos, quienes hace rato le pedían goles al delantero, el "29" aprovechó la situación para pedirle disculpas por redes sociales a Maru Céspedes, su pierna.
"Gorda: reconozco que no soy perfecto, acepto que a veces no soy ni la sombra de lo que desearías que fuera. Que sin darme cuenta y sin querer... despierto en vos la ira y la tristeza por no saber controlar mis impulsos... ni tampoco respetar tu cariño… Por herir tu orgullo y traicionar lo más sagrado… que un día me regalaste y no supe cuidar. TE AMO HASTA EL CIELO !!!", escribió en su cuenta de Instagram.
Es que el cabro se emboló e incluso borró todas las fotos que tenía con su novia en la red social. Por eso incluso hasta por Twitter le escribió unas palabras.
"Te amo gordita mía", publicó junto con la celebración que le dedicó tras el gol. ¡Perdónalo, Maru!