"Aquí en Tumbes siempre la vida fue muy apacible, pero el verdadero auge de la localidad llegó cuando Televisión Nacional la convirtió en locación de la teleserie Santo Ladrón", dice el pescador de Caleta Tumbes Patricio Durán (37), mientras pasea a sus regalones Emilia de 1 año y Patito de 6, entre los escombros.
El popular culebrón filmado en la caleta situada al sur de Talcahuano, fue una historia original de Néstor y Daniella Castagno, exhibida en el segundo semestre del año 2000.
En la historia, el pescador Adrián Villegas (Alvaro Rudolphy) es injustamente acusado del asesinato del alcalde de Tumbes, y al intentar huir sufre un accidente y todos lo dan por muerto. Incluso le levantaron una animita en medio del pueblo. La animita estuvo como hito turístico hasta la madrugada del 27 de febrero, cuando el agua barrió con ella.
En medio de esta tragicomedia, las fuerzas políticas de la caleta luchan por la alcaldía y ponen frente a frente a Jacinto Algarañaz (Bastián Bondenhöfer) y Tiberio Carpio (Mauricio Pesutic).
"Imagínese, las cabras y las viejas andaban como locas detrás de Bastián Bodenhöfer, Rudolphy y Jaime Vadell y los varones parados todo el día frente al café con piernas de Cecilia Maki, ubicado en la Calle Principal N°8, para ver a las chiquillas".
Ahora el maremoto se llevó no sólo los bodies y los colaless, sino que la mitad de la casa de la familia López, donde funcionaba el café piernudo", recuerda Durán.
A Durán el maremoto lo pilló trabajando a bordo de una embarcación en Talcahuano.
"Los daños son enormes en Tumbes y mucha gente sigue viviendo en los cerros. Pero peor les fue a otros colegas de las caletas ubicadas más al sur, como Puerto Inglés, que quedaron inhabitables", aseguran Adolfo Yáñez y Manuel Bello.
A la residencia de los Algarañaz, una casa de dos pisos, el oleaje le arrebató el primero y pocos metros más al sur, el chalé blanco donde vivía Tiberio Carpio, hoy es un montón de astillas.
A pesar del desastre, los tumbeños dicen que la sacaron barata.