Este otoño-invierno las estufas tendrán más pega que los paraguas

Ya estamos en los descuentos del verano 2018 que, en general, nos dio tregua y se portó moderadito a la hora de medir las temperaturas.

Eso sí, los expertos señalan que a pesar de que enero y febrero fueron menos candentes que el 2017, igual estuvimos sobre la media y nos anotamos un récord de 35.4°C, el 12 de febrero.

¿Qué se viene ahora? Como nunca la expresión "calienta menos que sol de invierno" cobrará sentido, porque los expertos aseguran que la retirada del Fenómeno de La Niña dejará menos lluvias, pero el frío pelará los huesos.

Según el meteorólogo Diego Campos, de la Oficina de Servicios Climatológicos de la Dirección Meteorológica de Chile, es súper difícil apuntarle medio a medio al pronóstico para todo el otoño-invierno, pero sí se puede determinar algunas de las características para los próximos meses.

Los escenarios más probables para los próximos meses son la mantención de una condición de La Niña débil o el ingreso hacia una condición neutra.

Si el cuento se mantiene tendremos un otoño donde las lluvias estarán sobre lo normal en los extremos del país. Esto es en el altiplano, la patagonia y gran parte de Magallanes.

En rangos normales estarán la costa y el valle de la Región de Coquimbo al igual que la Región de Aysén.

Y bajo lo normal estarán las zonas que abarcan la mayor parte de la población. Estas son las ciudades y valles entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos.

En cuanto a las temperaturas, los sabiondos de la Dirección Meteorológica aseguran que estas estarán bajo lo normal en la costa de la Región de Antofagasta y Atacama. Lo mismísimo ocurrirá en la costa interior de las regiones de Coquimbo, Metropolitana, costa e interior de O'Higgins y los valles entre la Región del Maule y Los Lagos.

Más normalita andará la cosa en la costa interior de la Región de Arica-Parinacota, Tarapacá, interior de Antofagasta y de Atacama.

Tampoco será tan terrible el tema en la costa del Maule, Los Lagos, Aysén y Magallanes.

Eso sí, los profesionales del tiempo afirman que, conforme a las características de intensificación de extremas que acarrea el Fenómeno de La Niña, también existirán máximas sobre lo normal al interior de las regiones de Atacama y Bío Bío.

En cambio, las temperaturas máximas serán más bajas que otros años en la costa entre O'Higgins y Los Lagos.

Verano 2018: temperaturas máximas se pegaron un bajón

Los expertos están de acuerdo. El verano de este 2018 estuvo mucho más suave que el 2017. La media de temperatura máxima de enero y febrero llegó a 31,2°C, exactamente un grado menos que en el estío anterior, según datos de la Dirección Meteorológica de Chile .

De todas formas la temperatura estuvo 1.4 °C sobre la media normal que en esta época alcanza los 29.8 °C.

Las temperaturas máximas promedio estuvieron sobre los valores normales en gran parte del país.

La única ciudad que registró un verano extremadamente cálido fue Curicó.

Santiago se posicionó en la condición moderadamente cálida al igual que las ciudades de Chillán, Temuco, Osorno y Puerto Montt.

Sólo la zona norte, en ciudades como Arica y Antofagasta, dominaron la condiciones moderadamente frías.

A nivel nacional, la temperatura máxima del verano entra en la categoría moderadamente cálida, diferenciándose levemente del año pasado en donde gran parte del país presentó condiciones extremas de calor.

También se trató de un verano seco en la zona centro sur. De Concepción a Balmaceda las ciudades presentaron déficit de lluvias, a excepción de Valdivia.

Calentamiento del planeta: ganamos 1 grado en sólo 50 años

Stephen Hawking, el científico más famoso de los últimos tiempos, fallecido recientemente, la dejó clara: los humanos debemos buscar otro planeta porque el nuestro está a punto de colapsar.

Los científicos de la Nasa clasificaron al año pasado como el segundo más caliente desde que comenzaron a llevarse registros confiables en 1880. Lo increíble es que no teníamos presente el Fenómeno del Niño (que suele provocar temperaturas más altas y que provocó los años más calientes desde 2015).

Los análisis de la Nasa y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) establecen que diecisiete de los dieciocho años más calurosos desde que se comenzó a llevar el registro moderno han ocurrido desde 2001.

Las temperaturas promedio globales han aumentado más de un grado celsius desde finales del siglo XIX.

"La mayor parte de esa alza se produjo en los últimos 50 años y lo más preocupante de todo es que 1.5 grados celsius más tendría consecuencias irreversibles y llegar a los 2 sería catastrófico", explicó a La Cuarta el meteorólogo Diego Campos.

Los polos están sufriendo cambios y el más afectado es el Ártico que se está calentando casi al doble de velocidad que otras regiones del planeta y lo demuestra su constante pérdida de banquisa y permafrost.

El pronóstico de Gianfranco Marcone, meteorólogo de Mega

"Estamos entrando a una etapa neutra del Fenómeno de La Niña que significa que tanto las precipitaciones como las temperaturas se inclinarán a los rangos normales, con algunas excepciones", explica.

Agrega que "esto no significa que, por ejemplo, no caiga nieve porque esos eventos son hechos puntuales como el temporal del fin de semana pasado", explicó.

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