Una examiga lo echó al agua y pese a que él lo niega, hay mucha evidencia del republicano en su época de transformista dando vueltas en Internet. “Demándenme por tener una vida”, respondió el político.
George Santos, congresista de Estados Unidos, adornó su currículum con varias mentiras: títulos universitarios, una carrera en Wall Street, origen judío, y supuestamente su mamá fue una de las víctimas del atentado de las Torres Gemelas.
Todo esto quedó al descubierto gracias a un reportaje del medio The New York Times, donde desenmascaran al hijo de inmigrantes brasileños que llegó a la Cámara de Representantes estadounidense por el Partido Republicano en noviembre pasado.
Al poco tiempo de su elección, reconoció que no se había graduado de la universidad, ni había trabajado en el Citigroup Bank y en el Goldman Sachs Investment Bank. Pero a eso había que agregarle además que su nombre es falso y que durante tres años fue drag queen en Brasil.
Una examiga lo echó al agua
Y pese a que esto no tiene nada de malo, el hombre lo negó. Sin embargo, al ser presionado por los medios, dijo que efectivamente había sido transformista una sola vez, pero Internet está lleno de fotos que dicen lo contrario.
La semana pasada, la periodista Marisa Kabas publicó la historia en la plataforma Substack. La profesional es examiga del ahora congresista, y compartió una foto de 2008 del Desfile del Orgullo en la playa de Icaraí en Niterói, Brasil.
“Demándenme por tener una vida”
“La obsesión más reciente de los medios de comunicación afirmando que soy una drag queen o que ‘actué’ como una drag queen es categóricamente falsa”, escribió Santos en Twitter.
Pero luego agregó: “No era una drag queen. Era joven y me divertía en un festival. Demándenme por tener una vida”.
Y la cosa habría quedado hasta ahí sino fuera porque comenzó a aparecer más material que data de antes del 2008. De hecho, The New York Post publicó un video de Santos en el primer desfile del orgullo de Niterói, en 2005.
Como si fuera poco, Santos apoyó el proyecto de ley de derechos de los padres en la educación de Florida, que muchos han calificado como ley No digas gay, legislación que prohíbe que los profesores hablen sobre la identidad de género y la orientación sexual en el jardín infantil y la enseñanza básica. El presidente Joe Biden calificó la ley como una de “odio”.