A los 7 años Pablo Pineda, con síndrome de down, se cuestionó su condición. Pero el niño con síndrome de Down recibió el respaldo de un profe en la básica que le recalcó que no era "tonto" y que podía cumplir todas sus metas. Espaldarazo necesario para que nunca más bajará los brazos.
El español es el primer europeo que con sus capacidades logró terminar la carrera de Magisterio (Pedagogía) en Málaga.
Y no se quedó sólo con eso, porque este año ya publicó su segundo libro, "Niños con capacidades especiales", para sensibilizar a toda la barra -y en especial a los papis- de que personas cómo él son iguales a todos.
Título que ya se encuentra en Chile, en las librerías de Editorial Catalonia.
"El objetivo de este libro es concientizar a los padres de que la educación de estos hijos es un camino largo, difícil y lleno de obstáculos. Pero a la vez apasionante, en la que van a descubrir tanto las capacidades de su hijo, como sus propias capacidades como padres y que estos obstáculos se superan con paciencia, tesón y espíritu de lucha", contó Pablito al diario pop desde España.
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Felipe Belmar (izquierda), Katerina Moretti (arriba), Mónica Rincón (abajo) y Pablo Pineda (derecha)[/caption]
Visita
Su historia tiene una conexión especial con una abanderada por la inclusión en Chile.
En 2016 vino a Chilito gracias a la invitación del Colegio Institución Teresiana, y en la charla que dio a más de 700 personas, estuvo bien acompañado por Mónica Rincón, periodista que hoy lucha por hacer cada vez un país más inclusivo.
La amistad nació al toque entre ambos, que además compartieron una once con niños de capacidades similares. Pese a la distancia, hasta hoy siguen en contacto.
Tanta es la buena onda, que la apostolada de CNN y panelista de "Tolerancia Cero" escribió el prólogo de su libro. "No me lo esperaba. Cuando la conocí pude ver que era muy especial, luchadora y enérgica y con muchas convicciones.
Para mí se ha convertido en más que una amiga", recalca Pineda.
Ejemplo
Pero esta colaboración no fue tan fácil para Mónica. En especial por lo vívido por ella el 30 de noviembre de 2013, cuando lamentablemente dejó este mundo su hija Clara, de 2 años, que tenía síndrome de Down.
Aunque reconoce que lo realizado por Pablo fue motivación suficiente para escribir el prólogo y honrar todo su esfuerzo. "Me costó mucho porque lo admiro.
Es el modelo de persona que me hubiese gustado que llevara mi hija por su felicidad. Es un amigo y lo admiro por todo lo que ha hecho", detalla.
- Tenemos que aprender de Pablo, entonces...
- Claro que sí. El síndrome de Down no es una enfermedad. Son ciudadanos que merecen respeto como todo ser humano. Pablo es un rockstar de la inclusion.