La única diferencia con el Pablo Guede que se ve siempre es que en vez de zapatillas el entrenador que adora a la ruda pisó el Monumental con zapatos a lo caballero, acordes al terno gris.
Todo lo demás como siempre. Lo putearon casi tanto como al Pepe Rojas, otra de las visitas poco ilustres en Macul. Y cuando gritó a sus dirigidos lo hizo con locura y cariño.
Pablo Guede fue certero
De hecho, Aníbal Mosa explicó que "son situaciones internas, discusiones menores que son normales en un grupo".
Mientras que el propio Guede prefirió echarle la culpa a la prensa, para variar.
"Me peleo con todos, ¿como no me voy a pelear con el Tanque? Me falta pelear con pajarito y el Mago, que sigan inventando cosas", dijo el DT, que reiteró que estaba feliz con su rebaño.