En Puerto Montt no saben si reír o llorar porque un grupo de cuatro carabineros que andaba de juerga arriba de la pelota en el auto particular del cabo primero Miguel Salazar, terminó su carrete en el portón de un centro de rehabilitación de alcohólicos.
Para más recacha el conductor del vehículo estaba con licencia médica, no respetó un control policial realizado en la zona alta de la ciudad por unos colegas de la 5° comisaría, y en vez de estacionarse, apretó el acelerador.
Como los sentidos del policía más cocido que botón de oro estaban nublados por el copete, éste perdió el control del auto y terminó incrustado en el portón del centro rehabilitador de alcohólicos anónimos "Vida Nueva", ubicado en la calle Nueva Pisagua #539.
En el control del alcotest el cabo primero marcó la no despreciable cantidad de 1,75 gramos de alcohol por litro de sangre, es decir, manejaba en estado de ebriedad y estaba a punto de ver elefantes rosados.
El carabinero de forma express recibió una PLR con una bota negra muy bien lustrada que incluso la escuchó el Trauco en la vecina isla de Chiloé.
El coronel Patricio Yáñez dijo al medio local El Llanquihue que "al momento de la detención Carabineros descubre que era un cabo primero de dotación de la 5° Comisaría, el cual estaba bajo los efectos del alcohol y se realizó un examen de alcotest, estableciéndose que existía alcohol".
Los otros policías que iban con Miguel Salazar eran un cabo primero y dos carabineros; y decimos "eran" porque recibieron sus respectivas PLR por subir a un auto manejado por un ebrio, no persuadirlo para que entregara las llaves, y tampoco haberle exigido que se detuviera ante el control policía.
Por su litro, (de leche, de agua o de jugo) desde el centro de rehabilitación de alcohólicos anónimos dijeron que con la mejor disposición recibirían a todos los flamantes civiles si deciden tratar su adicción al maldito copete en ese lugar.
Como si fuera poco...
Como si el incidente de los carabineros curaos fuera poco, en la mañana de ayer en la misma ciudad una mujer fue atropellada por un carro policial correspondiente a la subcomisaría de Fuerzas Especiales.
Afortunadamente la señora sólo resultó con lesiones de mediana gravedad, fue atendida por los mismos carabineros que iban (muy sobrios) en el vehículo de pasajeros y luego fue derivada hasta el Hospital regional.
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