Pacos lacean al cuma más malo de Chile

Nombre: Román Israel Llorente Pacheco. Edad: 25 años. Estado civil: soltero, sin hijos (gracias al Señor). Dirección: Av. Qué te Importa S/N. Profesión: cumeja, en la U. de la Vida. Teléfono contacto: Samsung Galaxy I, II, III, IV, V, VI y VII, Iphone 3, 4, 5 y 6 y uno en forma de concha.

Currículum vitae de esa calaña se ven muchos en el mundo y, cómo no, lucen en distinta variedad en este país donde muchos ponen los ojitos blancos con lo ajeno. Pega formal, de esas que pagan mes a mes, obvio, no tiene. Romancito es de esos de ganarse las cosas fácil, de hacerse un botín a la mala y quebrarse de ser el más choro entre sus pares. Sin embargo, su "gracia" va aún más allá: es malo, pero terrible malo, como masticar dipirona después de haberse lavado los dientes.

Llorente, cuyo alías es "El Román", es brígido. O más bien, trígido. Tiene el "don" de ser considerado uno de los flaites más buscados del territorio patrio. Sinuoso como víbora y resbaladizo como pescado adosado a un chancho encebado, Román tenía locos a los vecinos de la pobla La Hermita y a sus patrulleros de Huechuraba, donde se lucía con sus robos con receptación, intimidación y su buena dosis de violencia. Si es malo, poh.

Tan vil era este partner del cola e' flecha que tenía una especialidad, algo así como su marca registrada, el rasgo que lo pone en el bando de los que le pegan a la mami en el Día de la Madre... ¡Asaltaba abuelitas! En la calle, en sus casas, donde se encontrara con una. Una fijación, algo así como para irse al psicólogo.

Pero ojo, que esta alma podrida e hijo de "La Griselda", una conocida traficante de La Ermita, no sólo a las nonas les hincaba el filudo, porque también tenía otra cobardía: robarles a los niños. Bueno, no las bolitas, pero sí los celulares y las bicicletas. Suavecito.

Una de sus últimas fechorías fue atacar a un trabajador de pastelería, que cruzaba el río Mapocho con un regalo de cumpleaños para su hijo: una torta.

Por todo esto, está claro que fuera el objetivo principal de Carabineros de la SIP de la 53ª Comisaría de Lo Barnechea, pues seguían los pasos de "El Román" a corta distancia.

Fue así que lo apañaron en Pichidegua, Sexta Región, localidad a la que llegó campante conduciendo un radiotaxi que se había morfado en Santiago. Finito.

"Él estaba liderando delictualmente en la población, pero se realizó un trabajo de inteligencia que ahora permite devolverle la tranquilidad a las personas que deciden hacer el bien en esta población", soltó aliviado el mayor de Carabineros Carlos Córdova, jefe de mentada comisaría, cuyo personal lo sacó de circulación. ¡Menos mal!

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