Como heroes quedaron en Chiloé Juan Andrade Ñancul (50) y su hijo, Fabián Andrade Dittmar (29), quienes chatos de la delincuencia se decidieron tomar justicia por sus propias manos.
En su plan justiciero, durante la madrugada del domingo, el par pilló con las manos en la masa a Pablo Ojeda Martínez (28), conocido en el barrio 18 de Septiembre por ser amigo de lo ajeno. El acusado fue visto robando frente a la casa de los afectados, como informó La Prensa Austral.
Con pura convicción y armados de coraje, padre e hijo atraparon al pato malo y se decidieron a darle una lección. Así lo confirmó Carabineros, quienes detallaron que el malandra terminó con lesiones de gravedad en la zona craneana, por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia al centro asistencial más cercano.
SE PASARON DE LA RAYA
Por la magnitud de la golpiza, la justicia determinó que se excedieron los límites permitidos en una detención ciudadana.
Juan y Fabián Andrade fueron esposados y el fiscal a cargo del caso inició una investigación de 60 días por el delito de lesiones graves y quedaron con prohibición de acercarse a Pablo Ojeda.