"Un crimen tan horrendo excede los límites de los mismos códigos que tiene el bajo mundo o el hampa", explicó Raúl Moya.
Raúl Moya, padre de Tamara -pequeña de 5 años que fue asesinada por un asaltante tras una encerrona-, reveló cómo se enteró de la identidad del sujeto disparó en contra de su hija.
Luego de asegurar que el adolescente habría muerto durante las últimas horas, el hombre detalló que "había mucha gente que sabía esto. Esto no era una información que sólo supiera yo. Del entorno de este tipo, de la gente que vive cerca de este tipo. Había mucha gente que sabía que él era el asesino de mi hija".
Respecto al deceso de quien sería el responsable de quitarle la vida a la niña, Moya sostuvo en CHV Noticias que "la policía no se ha comunicado durante la noche con nosotros. Me enteré porque una vez acaecido el hecho esto empezó a generar revuelo, se conoció la identidad del sujeto herido y cuando vimos que calzaba con la identidad del asesino hubo gente que empezó a contactarnos. Empezamos a recabar información y rápidamente nos confirmaron que era el mismo sujeto".
"A pesar de toda la rabia que he tenido y sigo teniendo, yo estuve dispuesto a seguir el camino de la ley y entregar todos los antecedentes a la policía (...) Más de una vez les dije: ¿Ustedes están esperando que este sujeto le cauce daño a alguien más? ¿Están esperando pillarlo con las manos en la masa cuando esté disparándole a otra persona? Porque si fue capaz de matar a una niña es porque está dispuesto a todo", agregó.
En la misma línea, indicó que las policías "tienen sus procedimientos, su peritajes. A mí siempre la policía me dijo 'estamos avanzando', pero nunca tuve algo concreto".
Presunto asesino
Según Raúl Moya, fue el martes 2 de marzo cuando se enteró sobre la identidad del presunto asesino.
"Si ustedes revisan mi perfil de Facebook hay una publicación que yo hice (...) Entonces, a partir de esta publicación nos empezó a hablar mucha gente y siempre coincidieron en este hombre", dijo.
"Mucha gente distinta que lo conocía. Un crimen tan horrendo excede los límites de los mismos códigos que tiene el bajo mundo o el hampa, porque ni siquiera un delincuente habitual va a estar de acuerdo en que un tipo de estos mate a una niña de 5 años, entonces desde un principio se hizo evidente que no había mucha gente dispuesta a protegerlo", cerró.