Angélica Castro (35) llegó puntualmente a dar el examen final para obtener su flamante licencia de conducir, en Antofagasta. Pero todo salió mal. Ella y su cacharro nuevecito terminaron como diucas y del permiso mejor ni hablar.
El inspector municipal Edgardo Aguilera, ducho en cachar todas las pifias de los aprendices a Fittipaldi, se subió con Angélica a la camioneta cero millas del año.
Mientras ella conducía, Aguilera sumaba y restaba puntelis en su tablilla. Pero un vehículo se cruzó en el camino y aguó la fiesta.
"En vez de frenar cuando se le interpuso un vehículo, (la mujer) aceleró y se fue sin control, cayendo estrepitosamente al mar, pasando por veredas, escaleras y rocas", contó al diario pop Julián Requena, jefe de Seguridad Ciudadana de la Muni de Antofa.
Mientras la barra y los lobos marinos hacían nata para copuchar, los ocupantes de la camioneta intentaban salir como fuera de su prisión submarina en el sector de la poza, frente al Terminal Pesquero.
HEROÍNA
Apenas la camioneta "anfibia" tocó el agua fría, el inspector Aguilera abrió la puerta y apretó cachete en busca del oxígeno. Pero la mujer quedó atrapada en el interior del vehículo gritando a todo pulmón por la ayuda de Aquaman. No podía liberarse del cinturón de seguridad.
Bárbara Villarroel (33), que trabaja en el terminal e iba en su auto detrás de la pobre Angélica, cachó el mote y se tiró al agua pato sin pensarla dos veces.
"Salté porque ningún weón la ayudaba o atinaba a salvar a la señora que gritaba. Lo hice como cualquier persona que tiene conciencia lo hubiese hecho", afirmó a La Cuarta, la heroica socorrista.
Angélica Castro volvió a la superficie en estado de shock, por lo que la derivaron junto con el valiente inspector al hospital regional. Más tarde ambos fueron dados de alta sólo con lesiones leves.
Lamentablemente, Angélica no aprobó el examen y llegó a su casa sin su soñado permiso para manejar autos, tiritando como pollo y más aterrada que si hubiera visto a Don Sata.
Mientras tanto, la camioneta fue retirada del lugar. Al menos se anotó el récord de ser el primer 4x4 que navega en las costas chilensis.