"Pajarito" nuevo la lleva

Cuando a los 23' Diego Rubio marcó su segundo gol personal, las miradas de la gallá se fueron en dirección al "Pájaro", a quien presente en el Monumental, le faltaba aire pa' inflar el pecho orgulloso de su retoño. Y no es pa' menos, si el cabro fue la gran figura del triunfo copero que dejó a los albos con pata y media en octavos de final.

"No sabía que sería titular y menos pensé que haría dos goles. Estoy feliz por mi hijo, pero estoy convencido que pese a estas actuaciones hay que ir paso a paso", confesó Hugo Eduardo, quien ha seguido de cerca el destape goleador de su pequeñín, cabro que con 17 primaveras, y con apenas cuatro mochas en el profesionalismo, completó ayer cinco dianas. Tres en Copa Libertadores.

Y el mérito no es menor, si el lolete va tras los pasos del Chamaco Valdés, el mejor debutante del Eterno frente a las redes (ver recuadro), quien en sus primeros cuatro partidos la mandó guardar en seis oportunidades.

Ajeno a la historia, Dieguito, como le dice su taita, fue el gran héroe de la jornada. A los 7' aseguró un centro del "Chapa" Fuenzalida, y a los 23' paró de pecho la redonda, y de media vuelta marcó el 2-1 que le dio el triunfo definitivo al Eterno sobre el Táchira.

Onda en menos de media hora el "Toro", como lo bautizaron en sus primeras pichangas por su admiración al tano Vieri, le solucionó el problema a Gallego, quien confió en la racha del broca en desmedro de la experiencia de Miralles. Gran porotazo del DT.

¿Qué dijo el "Toro"? "Estoy feliz por el partido, pero tranquilo y pensando que aún debo mejorar. Me sorprendí cuando me comentaron que sería titular, claro que por cábala no se lo conté a nadie", soltó a la pasadita el nuevo killer albo, quien a los 61' abandonó la cancha bajo una ovación. Pero no del todo feliz, ya que pateó la perra por el calambre que finalmente lo sacó del rectángulo.

"Me fui enojado por el malestar que me dejó fuera del partido. Pero finalmente fue un detalle, pues fue maravilloso el apoyo de la gente, ahora no me queda otra que dar las gracias", agregó Dieguito, quien sobre la misma aclaró que está lejos de creerse el cuento.

"Ni aunque haga diez goles me voy a agrandar". El cabro tiene segundo piso.

TOLO: "LO VI, ME GUSTÓ Y LO PUSE"

Desde que dijo que era iluminado, no es un misterio que al "Tolo" Gallego le encanta florearse.

Y anoche no sólo se quebró con el triunfo que dejó al Colo cerca de amarrar su clasificación en la Copa, sino que también se atribuyó el descubrimiento de Rubio.

"Necesitaba un delantero, miré para atrás y no vi nada. A Rubio lo vi en un entrenamiento, me gustó y lo hice debutar... porque lo hice debutar yo, ¿no?", se agrandó el técnico, aunque eso no es real, pues fue Lucho Pérez el que lo mandó a los leones, cuando lo puso 6' en la derrota del Cacique en San Felipe.

Pese a estar feliz, el "Tolo" trató de ponerle un parelé a la "Rubiomanía" que tiene vuelto loco al tablón indígena. "Estoy contento, porque lo estamos llevando bien, pero es la parte periodística la que lo agranda demasiado. ¡Tiene 17 años!", puso paños fríos.

Es que Gallego cacha que las cosas no son fáciles pa' Dieguito. "No me gusta mucho que salga en los diarios, tampoco me gustan las comparaciones... ¡tiene un padrino (Iván Zamorano) que hacía pocos goles, eh!", rayó la cancha.

La última pincelada del che fue pa' la barra alba. "Nunca me pasó que recién hubiese ganado un partido y ya estuvieran cantando 'el domingo tenemos que ganar'".

AL DETÉ LLANERO LO SACARON CASCANDO POR PILLO

Lo emotivo del partido, que arrancó con dos pepas tempraneras, hizo que el drástico juez Baldassi pasara por alto un "detallito": Jorge Luis Pinto, deté del Táchira, estaba sentado en la banca de su team.

¿Y qué tiene de malo? Que al técnico lo habían expulsado ante Cerro, por ende, sólo podía ver el match desde la galucha. Apenas se avispó, Baldassi lo sacó de un ala, sin pescar el pataleo del colombiano.

HINCHA PETROLERA SE LA GOZÓ TODA EN LA RUCA

Apenas llegó al estadio, junto un pequeño grupo de hinchas venezolanos, todos los ojos se posaron en su figura.

Es que Yraida Pinzón fue la única valiente que lució la camiseta del Táchira en la tribuna y no paró de sonreír, ni cuando Rubio les encajó las dos pepas a su oncena.

"Trato de acompañar al equipo donde vaya, porque representa a mi país en este torneo tan importante que es la Copa Libertadores", contó y aguantó estoica los piropos que le llegaban desde la parte baja de la tribuna.

Luego agregó que "nos puso muy contentos que abriera la cuenta, ese gol nos dio esperanzas de un resultado mejor. Pero quedamos felices con el primer tiempo y mantuvimos la ilusión hasta el final".

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