El cajarito Tutu Tutu, con más corazón que un anticucho peruano, decidió armar una campaña contra todos los malacatosos que jotean a los niños por internet. Usando su carisma, Kurt Carrera se encarga de dar charlas en colegios para que los estudiantes libren de la maldad de los cibercochinos.
"Entramos a las salas de clases donde juntamos como a 300 niños de diferentes cursos, ponemos un video donde explicamos de qué trata este atropello llamado "Grooming". Luego de los 18 minutos que dura el corto, ellos quedan helados con la película, pero poco a poco se van soltando y empiezan a contarnos sus experiencias", largó Kurt, conocido por los cabros como el partner del profesor Salomón.
Para el súper comediante, la falta de comunicación entre padres e hijos en estos asuntos es grave "ya que más saben los amigos sobre las aventuras personales de sus compañeros que los propios progenitores. No es normal que un niño entre cinco a quince años tenga más de dos mil amigos en Facebook, eso es un caldo de cultivo especial para que un ilícito se produzca", advirtió en plan serio.
CIBER-DEPRAVADOS
Con internet, los sucios la hacen de oro engatusando cabritos y obteniendo de ellos imágenes de los menores con connotación sexual o derechamente pornográfica, incluso llegan a establecer contacto físico con sus víctimas, explicó Carrera.
Las charlas que arma junto a su socio Víctor Aguirre, con el auspicio del Gobierno Regional de Santiago y la Asociación de Consumidores de Santiago (Acosan) caen del cielo para muchos alumnos.
"Es una quijotada que me encantaría fuera apoyada por el Gobierno, ya que las cifras de "Grooming" son alarmantes", picoteó Tutu Tutu.
¡PARE LAS ANTENAS!
En el video que se les muestra a los brocas, llamado "Grooming": una amenaza silenciosa, se muestra a un pervertido que se hace pasar por una niñita llamada Cata, que se engrupe al lolito Marcos, logrando que este hasta baile sin polera y se contornee para el degenereque, más otras funcias que logran que el niño quede mal de la mollera, baje sus notas y se vuelva un zombi, hasta que la mamá se da cuenta del engaño y pilla al sospechoso que era el mismísimo vecino, más cochino que perro de mecánico.
“Algo así es más común de lo que creen, así que paren las antenas”, remachó Kurt Carrera.
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