Las joyas de la abuela, vehículos de alta gama, electrodomésticos o cualquier otra cosa de valor quedan en el pasado para los ladrones de la Región de Valparaíso, pues ahora tienen otro delicioso botín entre ceja y ceja: las apetecidas y caras paltas.
"Soy dueño de una pequeña parcela en el sector de San Isidro, Quillota, donde tengo varios árboles frutales, entre ellos 10 paltos cargaditos, cuyo fruto reparto entre familiares, amigos y consumo personal", señala Juan Pablo, quien se llevó una mala sorpresa esta semana.
"Estaba de viaje en el sur, y cuando llegué a la parcela me di cuenta que me habían entrado a robar. Pero me robaron solo las paltas, se dieron el tiempo de cortarlas una por una del árbol. Sólo quedaron las del palto más alto, ya que no las alcanzaban", agregó.
Juan Pablo no es la única víctima de estos ladrones. "Esto es pan de todos los días en Quillota, La Cruz y Calera. Mucha gente, que no vive de esto, ha tenido que cortar las paltas para que no se metan los ladrones. Mientras que los que viven de eso, han perdido mucha fe en su producción", indicó otra afectada de la delincuencia agrícola en Valparaíso.
Bandas organizadas
El robo de paltas no es nuevo, pero han aumentado producto de los altísimos costos que han alcazado en estás últimas semanas (5 mil pesos el kilo).
"Se trata de un delito estacionario, donde también entra el robo de uvas, nueces e insumos del agro. Estos últimos reportan ganancias millonarias para estas verdaderas bandas organizadas de delincuentes", contó a La Cuarta el fiscal de San Felipe, Benjamín Santibáñez.
10
Paltos tiene Juan Pablo, los que quedaron pelados tras el robo que sufrió en su parcela en la comuna de Quillota.
"Por más medidas de seguridad que ponemos los agricultores, los ladrones se las ingenian para entrar a los predios y conseguir su botín. Este realmente es oro verde, el que reducen en restaurantes, negocios de barrio y hasta en casa a casa. Quienes compran paltas de dudosa procedencia también cometen un delito: la receptación", añadió Víctor Catán, presidente de los agricultores de Los Andes.
"En la última semana han llegado unas 12 denuncias por robo de paltas, pero sabemos que son muchas más, ya que las víctimas no denuncias los hechos por considerar que es una pérdida de tiempo o porque desconfían de la justicia. Pero deben hacerlo para que podamos encontrar patrones y dar con los delincuentes", pidió el fiscal Santibáñez.