El Papa Francisco se salió nuevamente del protocolo. Claro, porque tras salir de la Nunciatura con destino al aeropuerto para viajar a Iquique, hizo detener el auto y se bajó para hablar con los periodistas que lo esperaban.
El Santo Padre agradeció el trabajo de la prensa de informar a aquellos que no pudieron participar en sus actividades.
"El trabajo de ustedes es generoso, porque han pasado horas aquí. Gracias de corazón. Que Dios los bendiga. Que a cada uno de ustedes y a sus familias les dé lo que más necesitan", dijo el Pontífice.
Y añadió que "me voy con un buen recuerdo de ver periodistas que pasan allí esperando, esperando. Sigan así, sirviendo al pueblo. Y recen por mí. Que Dios los bendida a todos, gracias".