"Mi papá era piloto y murió en un accidente de aviación". Eso contó Miguel Quiroga en una entrevista publicada hace un tiempo.
De esta forma, el piloto del avión que trasladaba al equipo brasileño Chapecoense y que se estrelló en Colombia, reveló un trágico pasado que volvería a repetirse en su futuro.
"Mi papá, Orlando Quiroga Soliz, era piloto, y murió en un accidente de aviación en Caranavi (Bolivia) en 1963, cuando yo tenía un año. El estadio de Caranavi lleva su nombre porque le gustaba mucho el fútbol y lo impulsó", detalló Quiroga.
En una nota que le hizo el diario Los Tiempos en 2015, Quiroga dio a conocer sus vínculos permanentes con los aviones.
Familia de pilotos
De hecho, luego de fallecido su padre su mamá se casó... con otro piloto. Dijo que por ello, él y sus hermanos crecieron "entre aviones".
Sostuvo que "imagino que hay cosas que son genéticas, que te transmiten el gusto por volar".
Tal vez por lo mismo aseguró pertenecer a una "familia de pilotos". De hecho, él, su hermano, su sobrino y su propio hijo pilotan aviones.
También descartó en ese entonces haber protagonizado algún accidente serio. "Tuve varias emergencias y un accidente cuando recién empecé a volar, en el que terminamos en un pantano en el Beni en un panzazo. Después he tenido varias emergencias, porque eran aviones viejos. En el LAB, una vez hemos aterrizado y se nos ha cruzado una vaca y hemos terminado fuera de la pista. No hemos tenido casi nada que te pueda decir que me ha asustado", concluyó.