Amaro Castro Parra, de 13 años y del Club Deportivo Tricolor de Lican Ray, viajó con sus amigos, que también eran amantes del fútbol, con la ilusión de mostrar su talento en las canchas de Paraguay.
Lamentablemente, ese sueño se acabó cerca de las cuatro de la mañana, cuando el chofer Leonel Quiroga perdió el control del vehículo y volcó en la ruta argentina N 7, en el sector de Las Cuevas, a 25 kilómetros al este del Paso Los Libertadores.
Pero aún. Ese viaje sería el último que haría con sus amigos Matías Vidal Pérez (13) y Jonathan Muñoz Allulef (16), quienes fallecieron en el trágico accidente en Mendoza. Jaime Castro, papá del joven que sobrevivió de milagro, contó que su retoño, que sufrió lesiones leves, "está muy afectado. Sus amigos murieron. Nosotros estamos igual de mal, sólo queremos llegar luego a nuestra ciudad (Lican Ray)".
Amaro fue uno de los heridos que trajo el avión Hércules de la FACH, junto a los cuerpos de los tres menores fallecidos, además de familiares. Jaime contó que "a mi hijo me lo entregaron ayer en Mendoza, quiero dar las gracias al gobierno de Argentina, se portaron un siete con nosotros".
El afectado padre relató que su hijo no puede ver un bus, tras el trágico accidente que vivió la madrugada del viernes.
TRAUMA
"Mi hijo quedó traumado con el accidente y no quiere viajar más en un bus. Por eso estamos esperando para mañana (hoy) un vuelo y así poder llegar a Lican Ray", confesó Jaime.
Ambos se quedarán hoy en Santiago, específicamente en Maipú, en la casa de un familiar. "Estoy muy feliz de saber que mi hijo está bien y en buenas condiciones. Quiero llegar a mi cuidad para acompañar también a los que perdieron a sus hijos", afirmó.
Por último, señaló que "mi hijo iba solo con la filial de Quilicura, nosotros llegamos después. La verdad el pueblo argentino se portó muy bien y nos ayudaron en todo momento".