Delincuente de 21 años terminó confesando todo, aunque con una versión que debió ser desmentida por un colega de la víctima y testigo del cobarde homicidio.
Fue en mayo de 2014, hace casi 10 años, cuando otro crimen de un carabinero remeció al país.
En un rutinario control de identidad, el cabo segundo José Cristóbal Barría Pérez fue asesinado en Cerro Navia.
El joven uniformado, de apenas 27 años, pertenecía a la 45ª Comisaría de la mencionada comuna y fue abatido cerca de las tres de la madrugada del viernes 23 de mayo, en la intersección de las calles San Francisco con Estados Unidos.
Los primeros antecedentes ya daban cuenta de la tragedia: el carabinero se acercó a un vehículo de características sospechosas que se encontraba estacionado. Sin embargo, desde el interior del vehículo, un delincuente le disparó en dos ocasiones: ambos le dieron en el tórax, por que falleció una hora más tarde en un SAPU de Pudahuel.
En primera instancia, personal de Carabineros detuvo a seis sujetos sospechosos, incluido un menor de edad.
Identificaron al criminal
Con el correr de las horas, uno de los seis aprehendidos terminó hablando. Se trataba de Rodrigo Francisco Uribe Monsalve (21), quien se adjudicó la autoría del crimen del uniformado. Anteriormente, el delincuente ya había sido detenido y condenado por porte ilegal de armas.
El nombre del autor del disparo se dio a conocer tras cinco horas de investigación, en la que se determinó que el malandra iba en el asiento trasero, justo detrás del conductor, cuando le disparó a Barría.
Los demás delincuentes fueron identificados como Jaime Antonio Navarro (23 años), Matías Venegas Buzeta (18), Raúl Araya Pizarro (20), Eric Briceño Pérez (24) y B.E.L.R. (15).
Habló el autor del disparo
Ante el fiscal, el autor confeso del crimen del cabo segundo habría intentado explicar su reacción.
Según consignó Emol, el Uribe Monsalve dijo que habría disparado porque pensó que los iban a asaltar.
“Creí que nos robarían el auto”, afirmó.
De acuerdo a la versión del antisocial, los hombres que se les acercaron estaban de civil y el auto en el que andaban no pertenecía a la institución. Sin embargo, lo que desconocía el sujeto, es que los funcionarios pertenecían a la Sección de Investigación Policial (SIP).
A modo de desmentir lo expuesto por el criminal, el acompañante de Barría, el cabo primero Mauricio Ramírez Godoy, aclaró ambos se identificaron como funcionarios de la policía uniformada e incluso les mostraron sus credenciales de servicio.
Juicio
“Vivo en Huequi, al sur de Puerto Montt, a 12 kilómetros del retén Ayacara”. Hasta ese lugar llegó a las 4 de la mañana “una patrulla de carabineros para avisarnos que mi sobrino necesitaba comunicarse urgente con nosotros. Nos subimos al carro y salimos a 2 km a buscar señal de teléfono. Nos comunicamos con él y nos dijo que mi hijo había sufrido un accidente, me avisa que mi hijo había sido baleado”.
Así recordó José Salvador Barría la madrugada del 23 de mayo, cuando le avisaron que su hijo, el cabo segundo José Barría Pérez, había muerto tras ser herido a bala durante un control policial en la capital.
Durante su declaración ante el Primer Tribunal Oral en lo Penal, don José relató lo orgulloso que estaba de su hijo. “Un hijo carabinero para un pescador artesanal como yo era algo muy bueno. Tenía un trabajo seguro y servía a la comunidad”, declaró.
Junto a él, declaró Edilia Pérez, madre del cabo Barría, quien recordó a su hijo y lo difícil que resultó su muerte.
Finalmente, en septiembre de 2015, se dio a conocer la esperada condena contra el delincuente: 17 años de cárcel.
A su vez, los cómplices de este ilícito, Erick Briceño y Jaime Navarro, fueron sentenciados a cumplir 12 y 7 años de cárcel, respectivamente.
De acuerdo con la investigación de la fiscal de la zona Centro Norte, Claudia España, el crimen ocurrió en la esquina de las calles Estados Unidos con San Francisco, en momento en que el cabo Barría, junto a otro carabinero, se disponía a controlar un vehículo.
Fue desde el interior de ese automóvil Chevrolet Corsa, desde donde le dispararon tras identificarse y mostrar su placa, hecho que la Fiscalía Centro Norte logró acreditar durante el juicio realizado en el Primer Tribunal Oral.
Asimismo, se pudo confirmar que el arma se la proporcionó el acusado Jaime Navarro, quien la portaba esa noche y que fue condenado como cómplice del delito junto al conductor del auto, Erick Briceño.
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