Pareja fingió secuestro y los pillaron en pleno cacheteo

Las bajas temperaturas del domingo 28 de mayo no le sirvieron de excusa a una ardiente pareja que tentó a la suerte pa' pegarse una lucha cuerpo a cuerpo, en Conchalí.

Cerca del mediodía, los californias se encontraban con el Kino, el Loto y la Polla Gol terrible acumulada. Su plan era matar la gallina a como diera lugar y acabar con un sabroso pollito al velador en la vivienda de L.K.H.T., una joven de 21 años.

Para hacerla de oro, los turrones de amor enviaron desde el celular de E.A.E.C. (25) un mensaje a través de Whatsapp a un amigo del muchacho, donde éste le aseguraba estar secuestrado por su pareja, quien le exigía una suma de dinero para liberarlo sano y salvo.

El amigote no la pensó dos veces y se contactó con la madre del muchacho pa' cachar si se trataba de una broma o era algo serio. Al enterarse de la situación, la mujer puso el grito en el cielo y denunció a carabineros.

Mamá héroe

"La madre del 'secuestrado' acudió a la cuarta comisaría central para denunciar el hecho y se activó todo el procedimiento para dar con el paradero del joven", sopló la teniente Javiera García, de la Dirección de Investigación Criminal de Carabineros.

La angustiada mujer partió de vuelo hasta el domicilio de la joven, ubicado en la comuna de Conchalí, y fue recibida por la chiquilla, quien le exigió el pago de $60 mil para soltar al cabro, a quien pudieron ver "ensangrentado desde la puerta", según señaló la mujer.

Rápidamente, personal del OS9, a través de su equipo especializado en secuestros, allanó la vivienda de la L.K.H.T. y descubrieron que el turrón de amor se encontraba felizmente en cautiverio y con una sonrisa de oreja a oreja.

De hecho, se filtró que los cabros estaban en plena cabalgata cuando ingresaron los policías a la vivienda.

Finalmente, efectivos de carabineros los despegaron y llevaron detenidos para pasar a primera hora de ayer a control de detención. Los cabras reconocieron su condoro ante la justicia y, en definitiva, la historia acabó en un final más que feliz.

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