¿Pasa olvidando las llaves? No se lo tome tan liviano

Al menos una vez en la vida ha olvidado algo importante: las llaves del auto, el cumpleaños de la pareja, una dirección, el nombre de un amigo, lo que tenía que comprar en el supermercado e, incluso, algo que iba a decir. Pero... ¿cuándo estos olvidos pasan de simples distracciones a ser motivos de preocupación?

De acuerdo al doctor Patricio Fuentes, neurólogo del Hospital del Salvador y el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, "cuando la persona empieza a notar que tiene un problema con su memoria, debe realizar la consulta médica. Es la manera más segura de detectar si existe algún riesgo", advierte.

El profesional señala que las enfermedades que afectan a la memoria, como la demencia senil, Alzheimer, entre otras, suelen afectar a la población mayor de 65 años, y aunque hay casos donde estas dolencias se manifiestan de manera precoz, son los menos. "En este tipo de enfermedades se da que, a mayor edad, mayor es la prevalencia de ellas", asegura.

Sin embargo, eso no implica que los menores de 65 años tengan una excelente memoria, ya que existe una serie de factores que influyen en la capacidad de retención del cerebro. "Debemos considerar que nosotros, y por consiguiente, nuestros cerebros, envejecemos desde el día de nuestro nacimiento. El cerebro llega a su máxima capacidad cerca de los 20 años y, a partir de esa edad, su tamaño comienza a disminuir de manera gradual", agrega el experto.

Entonces, es normal que las personas de 30 ó 40 años sientan que ya no tienen la misma capacidad de retención que cuando eran más jóvenes. Sin embargo, tampoco se pueden dejar de lado una serie de factores que influyen en el funcionamiento del cerebro, y que podrían causar problemas en la memoria:

Depresión y/o ansiedad

El doctor Fuentes explicó que estas enfermedades afectan al funcionamiento cognitivo, y por lo mismo, quienes las padecen podrían presentar pérdida de la memoria.

- Medicamentos. Algunos antidepresivos, como las benzodiazepinas o los antihistamínicos de antigua generación, podrían afectar la capacidad intelectual de quienes los consumen, lo que también afectaría la memoria.

- Mal dormir. De acuerdo al especialista, al hablar de malas condiciones de sueño, se engloba a quienes duermen mal y a quienes duermen menos de lo que deberían. "El cerebro necesita dormir bien, ya que de esa manera, puede procesar mejor los recuerdos", aclara.

- Déficit atencional adulto. "Suelen ser los niños que jamás fueron diagnosticados con este problema, por lo que llegaron a su vida adulta con una mayor tendencia a ser dispersos, distraídos, y por eso, suelen olvidar las cosas", asegura Fuentes.

Cosas que pasan

Mauricio Llano tiene 31 años, es tecnólogo médico y tiene un talón de Aquiles habitual. "Hay dos cosas que se me pierden a cada rato: la tarjeta bip y las llaves de la casa. ¡Es un desastre!", admite.

"Me llama la atención, no sé si achacárselo a descuidos, o si realmente algo está pasando en mi cabeza, tal vez ya agoté todo mi potencial cerebral estudiando, jajajá", se lo toma con humor.

Claro que cuando le pasa, deja de ser algo gracioso. "Me pongo de mal humor, me frustro".

Así puede cuidar su memoria

1

Controle los factores de riesgo vasculares: la diabetes, hipertensión, dislipidemia (niveles excesivamente elevados de colesterol o grasas en la sangre) e hipercolesterolemia (aumento de la cantidad normal de colesterol en la sangre), afectan a la circulación sanguínea y, por ende, al cerebro.

2

Haga ejercicio: la actividad física aeróbica mejora la circulación sanguínea, eleva los niveles de serotonina, sustancia química que regula el ánimo, y contribuye a dormir mejor, lo que beneficia en gran medida al cerebro. Se aconseja hacer ejercicio un mínimo de 2 a 3 veces por semana.

3

Cuide su alimentación: los expertos aconsejan seguir la dieta mediterránea, que incluye regularmente pescado, aceite de oliva, palta, frutas y vegetales, nueces, legumbres y cereales enteros, ya que serían los alimentos más eficaces para cuidar el cerebro, y por ende, la memoria.

4

Mantenerse activo cognitivamente: para mantener el cerebro en buenas condiciones, es importante que las personas se preocupen de mantenerlo activo. Y esto se logra a través del aprendizaje. Desde tocar un instrumento, a tejer o un nuevo idioma, este tipo de actividades ayuda a quienes las practican. Una vida social activa, como juntarse con los amigos o la familia, también es de utilidad.

5

Tenga cuidado con los golpes de la vida: quienes han sufrido de golpes fuertes en la cabeza, deben poner más cuidado, ya que los traumatismos en el cráneo aumentan los riesgos de sufrir problemas de memoria. La misma advertencia va para quienes sufren de depresión, ya que está demostrado que esta enfermedad afecta negativamente el cerebro.

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