Se trataba del grupo Brujería, que hizo cabecear a todos sus fanáticos junto a otras bandas como Dorso, Torturer y Dezaztre Natural.
El popular evangélico, quien fue condenado en 2015 a 300 días de presidio remitido por injurias y dichos homofóbicos contra el director del Movilh, Rolando Jiménez, llegó al concierto invitado por la producción del evento.
"El objetivo era ser parte de un pequeño documental que están haciendo los encargados del concierto. Mi fin era dar a conocer nuestra posición en cuanto a los mensajes que deja este grupo. La idea es señalarles que Dios también ama a estos jóvenes y a los que pertenecen a esa banda", confesó a La Cuarta Javier Soto.
Como parte de la evangelización, el pastor se juntó con el líder del grupo, Juan Brujo, minutos antes de que subieran al escenario para deleitar a sus fans.
"Le pregunté a él y a su banda si había algún brujo de verdad en el grupo, por el nombre que tienen, pero no había nada. Al final, era puro ruido y poco peso", confesó tras el encuentro.
Insultos
Pero si la cháchara entre el polémico evangélico y la banda metalera se realizó sin atados, la cosa cambió cuando se subió al escenario a dar su sermón.
Ahí, los asistentes le recordaron hasta a la madre y le sacaron la parentela entera para que se bajara. Como no hacía caso, en medio de la prédica, lo bañaron con el "agua bendita" de los chascones: "Me dediqué a mostrar la Biblia y, como ellos esperaban que entrara el grupo, volaron las latas de cervezas", reconoció.
Igual pascual
Pese a las incomodidades, el pastor dice que mal no lo pasó: "Estuve toda la noche predicando. A los camarógrafos, gente de producción, los músicos y los asistentes. Fue una noche valiosa".