Esta vez quien se lleva todas las miradas es Alejandro Montero (37), un oficial de la PDI, hijo de padre chileno y madre rusa, encargado de traducir todito a la tripulación del Ilyushin Il-76, "El Luchín", el avión que llegó a poner el hombro para chantar el mega incendio que afecta a nuestro terruño.
El inspector nació en la tierra de Putín y vivió allí hasta los 18 años, justo cuando le entraron las ganas de combatir en el conflicto checheno.
A sus papis les hizo cero gracia el cuento, por eso la hicieron cortita, armaron maletas y aterrizaron en Chilito, en abril de 1996.
El cabro tiene doble nacionalidad, un gran amor por el país que lo vio nacer y, a diferencia de algunos petazetas criollos, no tiene ni pisca de acento.
Desde que el lunes aterrizó el avión cisterna con el Equipo de Emergencia de la Federación, algo así como los bomberos del aire en Rusia, no se ha despegado de ellos y es casi del inventario de la cabina de la aeronave.
"Entiendo que todo el mundo quiere hacer su aporte, el mío es ser la comunicación entre la tripulación del Ilyushin Il-76, la Conaf y los otros organismos que participan en esta emergencia.
Es para mí un orgullo", señaló a La Cuarta con pecho de paloma, el oficial.
Contó que los 24 tripulantes son ultra serios, "profesionales y kamizazes a ellos les dan una orden y la cumplen sí o sí, no preguntan y no se dan por vencidos", señaló anonadado.
Con un dejo de admiración contó que las maniobras de vuelo de sus compatriotas son increíbles, ultra arriesgadas, pero al mismo tiempo son tipos súper rigurosos de los protocolos de seguridad.
Ellos combaten incendios en todo el mundo y no abandonan hasta que terminan. Prueba de que son de verdura es que tras volar 30 horas al hilo desde Rusia, apenas llegaron a Chilito se pusieron a trabajar.
"Me dijeron que no se moverán de nuestro país hasta que el fuego esté apagado o el Gobierno les diga que ya no los necesitan", explico el policía.
EL LUCHÍN
En la interna, el PDI contó que están conmovidos por las muestras de gratitud de la gallada. "Yo no sólo he sido el nexo con las autoridades, también les he traducido los memes acerca de ellos y algunos les han causado mucha gracia", soltó el oficial.
Agregó que el grupo es tallero cuando la situación lo amerita, pero hay una broma que no les ha podido hacer entender, "no comprenden que el apodo de El Luchín sea chistoso", finalizó.