A punta de insultos, cuchillos y fierros, los desalmados amenazaron al curita Richard Knuckey Sepúlveda (56) y al secretario parroquial Ramón Cerpa (49), quienes dormían en la casa de Dios.
Los pecadores, que ocultaban sus cobardes rostros bajo capuchas, agredieron al curita y al trabajador para que abrieran la bóveda de la parroquia.
Temiendo por sus vidas, accedieron, y los delincuentes se metieron a toda velocidad para chorearse el dinero y un anillo perteneciente al sacerdote.
Acto seguido, los desgraciados dejaron a las víctimas encerradas en la bóveda de la parroquia para huir entre las quintas y construcciones coloniales de la localidad.
Tras la denuncia, Carabineros y la PDI llegaron al lugar para levantar las primeras pericias y prestar ayuda al religioso y al secretario, quienes fueron derivados hasta el Hospital de Santa Cruz para constatar lesiones.
Tras dos horas bajo observación médica, ambos fueron dados de alta y regresaron a la residencia.
CURITA NO QUISO HABLAR
La Cuarta se comunicó con el sacederdote, pero éste prefirió no entregar detalles del asalto porque "fue muy reciente".
El Obispado de Rancagua, en tanto, manifestó su preocupación. "Tanto él como el secretario parroquial fueron agredidos, resultando lesionados. Gracias a la Divina Providencia, ya fueron dados de alta", informó.
"Junto con lamentar este hecho, agradecemos las muestras de apoyo hacia el padre Richard y su secretario, y les pedimos su oración para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir", añadió en un comunicado.
Según informó la Fiscalía de la Región de O'Higgins, Carabineros detuvo a cinco sospechosos que fueron puestos a disposición del tribunal para su formalización.
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