Pedro Cedillo, presidente de Everton, llegó hace tres años desde México y no la ha pasado tan bien. De hecho, recibió amenazas de muerte tras el mal momento que vive el club.
Unos muñecos rellenos, de tamaño real y colgados de cabeza, con la cara de Pedro Cedillo Martínez, presidente del club de fútbol Everton, además de otros dirigentes, aparecieron hace algunos días colgados en unos árboles justo en la salida del estadio Sausalito.
El dirigente mexicano, que llegó a vivir a Viña del Mar hace tres años, no lo podía creer. "Es una situación que nunca había experimentado y jamás pensé que viviría algo así en Chile", relató a La Cuarta Sábado.
Pedro, de 26 años, y que nació en Ciudad de México, aseguró que "obviamente, uno no se espera eso, uno ve a Chile como un país seguro, que en muchas cosas es más desarrollado que mi querido México, porque allá se vive una situación de inseguridad social mucho más alta, que desgraciadamente te forma el carácter y es impactante que acá uno reciba este tipo de amenazas de muerte".
El mandamás "Oro y Cielo", que terminaba su carrera como licenciado en finanzas internacionales cuando recibió el llamado para viajar a Chile, reveló que tienen claro quiénes los amedrentan.
"Es un grupo de violentistas específico, no es toda la hinchada, que es pacífica, familiar", aclaró.
Agregó que "el fútbol es un tema que todo el mundo tiene opinión, pero traspasó los límites".
El dirigente aseguró que ya se tomaron acciones al respecto. "Hay un jefe de seguridad del club, ex comandante de Carabineros, que está a cargo de seguir con el tema. Pusimos en manos de las autoridades todos los antecedentes para que empiecen las investigaciones y esperemos que encuentren a los responsables", señaló.
Adaptación
Pedro contó que vive solo en Viña, pero que tiene "polola. Allá le decimos novia, pero ya me adapté a su cultura. La veo cuando viajo, y también ella viene a visitarme, al igual que mis dos hermanas. Me considero un tipo familiar, de estar con mis amigos".
Sobre qué extraña de su país, lo tiene claro: la comida. "La comida mexicana es incomparable, es particular y tenemos demasiada variedad, se extraña, pero bueno acá también los mariscos y la carne son buenos", detalló.
Sobre cómo ha sido su adaptación, indicó que "en muchas cosas somos parecidos, pero uno se tiene que adaptar a la realidad. He tenido la suerte de encontrar personas que me han ayudado para que sea más rápido". Sobre el cariño que siente al club reveló que "soy el hincha número uno del club ahora. Mi compromiso es total, puse toda mi energía para poder hacer el club más grande".
Además, contó que su pasión por la pelotya viene de pequeño. "Desde que tengo memoria mi familia tiene al Grupo Pachuca, mi tío es el presidente del grupo, mi papá vicepresidente, así que desde que tengo memoria vivo y respiro el fútbol. Siempre fue mi sueño trabajar en esto".