En la pelea más esperada del año, diez round tardó Floyd Mayweather en demostrar que, más allá de las picadas a choro, al final su mano era muchísimo más pesada que la del irlandés, Conor McGregor.
El campeón grone terminó barriendo con el rucio care chorizo, quien sin la opción de meter patadas y maguachis quedó a merced de los mangazos del capo mundial, que anoche alcanzó los 50 triunfos al hilo, superando el récord de Rocky Marciano.
Depaso logró su primer triunfo por K.O desde el año 2011, dejando en el pasado la calculadora que últimamente lo había hecho levantar los brazos a pura suma de puntos.
Pa'l gato
En una noche que lo ratificó como uno de los mejores boxeadores de la historia, Mayweather dejó en evidencia que actualmente nadie le puede hacer collera a la hora de los cornetes.
El mejor ejemplo fue el proceso que vivió el caracho de McGregor durante la lucha. Si al momento de entrar y durante los primeros minutos hizo todo lo posible por mantener su actitud de "aquí te las traigo Peter", pasados los primeros rounds todo cambió y terminó luciendo un rostro de 100% raja, que incluso derivó en preocupación.
Es que hasta los relatores de la pelea terminaron destacando el riesgo que se corrió al juntar a un especialista con un mochero.