Como una película de ficción basada en hechos reales. Así define Jorge Olguín (40) su nuevo proyecto cinematográfico con el que pretende volver a sus inicios y rememorar aquellos días universitarios, en que realizaba cortos con temas policiales y bien cargaditos al drama.
Se trata de “Desaparecidas”, nombre que baraja para el proyecto ganador de un fondo audiovisual de 138 millones de pesos, y con el que espera regresar a la palestra la historia de Julio Pérez Silva, el denominado “Sicópata de Alto Hospicio” y quien entre los años 1998 y 2001 secuestró, violó y asesinó a 14 mujeres.
“Es un caso bien emblemático de la criminología policial chilena y sin lugar a dudas tuvo un impacto grande en nuestra sociedad. Por eso me pareció interesante poder llevarlo a la pantalla grande, porque más allá de la imagen de un sicópata, habla también de un entorno social súper complicado y cómo se vio afectado con los crímenes”, señaló el director.
Lejos de su fama de sanguinolento y la chapa de “papi del terror” en el cine chileno que le dieron pelis como “Ángel Negro” (2000) y “Sangre Eterna” (2002), Olguín aclara que la historia de Alto Hospicio será toda una novedad dentro de su pega, ya que lejos de centrarse en el horror y la crudeza de los crímenes, la peli se centrará en el drama.
“Este es mi primer drama. Es un drama policial de un caso bastante fuerte y dejé de lado los monstruos y los artificios. Aquí no hay seres mitológicos (“Caleuche”, 2012), aquí el terror es la realidad misma y surge del ser humano”, apuntó.
Agregó que “es una película de ficción inspirada en hechos reales, no es un documental”.
Una de las principales razones de Olguín para la construcción del proyecto “Desaparecidas” se remonta a la propaganda de “Ángel Negro”, su primera película, y la que contaba la historia de una escolar perdida. Ante la falta de recursos, Olguín y compañía diseñaron un afiche en blanco y negro, el que coincidentemente se parecía mucho a los que adornaban las calles y muros de Alto Hospicio una vez que comenzaron las desapariciones. Así partió todo.
Producción
Pese a no requerir de largas jornadas de edición, maquillaje o montaje de efectos especiales, el proyecto “Desaparecidas” está en conversaciones con distribuidores y productores extranjeros que puedan ayudar.
La idea de Olguín apunta a colocar de nuevo en la palestra el caso de Alto Hospicio para marcar un precedente: un aprendizaje social para que lo de Pérez Silva no vuelvan a ocurrir.
“Me parece que más allá de los crímenes, la condena social y cómo se trató el caso fue súper discriminatorio. Si hasta se habló de que las niñas se habían escapado para ejercer la prostitución o que se habían ido con el pololo”, enfatizó.
Pese a tener claro el elenco o la terna de actores con los que quiere trabajar, no hubo caso para que el director nos soltara nombres, ya que hasta la fecha no hay contratos firmados, sino puros acuerdos verbales.
Lo importante es que ya está prácticamente oleado que la película se grabará en Alto Hospicio y que usará los parajes del norte y la pampa chilena para mostrar el horror y la soledad de una serie de crímenes que enlutaron al país. El estreno sería para 2017, el que Julio Pérez Silva no verá, ya que purga 40 años de perpetua en la Cárcel de Alta Seguridad de Acha, en Arica.