Fuerte ráfaga hizo volar un quitasol por la playa y se le clavó a un hombre en la pierna

El hombre se enterró una sombrilla.
El hombre se enterró una sombrilla.

El dramático hecho tuvo al sujeto de 31 años con la estaca por más de media hora ensartada. Se la cortaron con una motosierra.

Ignacio Mascarenhas, de 31 años, disfrutaba de la playa en Mar del Plata junto a su polola, con quien había cumplido un año de pololeo el viernes.

Sin embargo, de pronto, una fuerte ráfaga hizo que un quitasol fuera levantado por el viento, hasta incrustarse por accidente en la pierna del hombre.

“Fue como una lanza”, relató al diario La Capital. “El dolor era insoportable”.

En ese momento, fue socorrido por un surfista mientras su novia, Mailén, miraba incrédula lo que sucedía. “Me ayudó a sacar la parte de arriba y me quedé con el fierro en la gamba”, contó la víctima.

Tras ello, fue socorrido por bomberos y personal de emergencia de la municipalidad.

“Cuando me lo sacaron...”

Así, debió esperar media hora a que consiguieran una motosierra, ello para para que cortaran los extremos del fierro porque no podían subirlo a la ambulancia.

Luego, Ignacio fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, donde “me durmieron, me operaron y me sacaron el fierro”.

De hecho, “cuando me lo sacaron, me dijeron que no había tocado ningún tendón, nervio, vena, arteria, ni siquiera ningún vaso sanguíneo”; es más, “estábamos hablando con la familia y decíamos que fue el mejor punto donde se podría haber incrustado”.

Los médicos incluso le dijeron que, si el fierro se hubiera incrustado cinco centímetros más arriba, se le habría visto afectada arteria femoral. En ese caso, posiblemente otro gallo habría cantado.

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