Una escandalera política de proporciones se armó tras las declaraciones de la ministra de Salud, Helia Molina, quien aseguró a "La Segunda" que "en todas las clínicas cuicas de este país muchas de las familias más conservadoras han hecho abortar a sus hijas", dichos que significaron horas más tarde la renuncia de doctora, conviertiéndose así en el primer cambio forzado del gabinete de la Jefa, Michelle Bachelet.
La secre de Estado se mandó la frase tras las críticas que han surgido de sectores de la Alianza al proyecto que el próximo año presentará el gobierno, que considera la despenalización del aborto en caso de violación, inviabilidad del feto y riesgo vital de la madre.
Al ratito, el mismísimo ministerio de Salud reaccionó y le quitó apoyo a través de un comunicado de prensa en el que informó que las declaraciones de la ministra corresponden a "una opinión personal" y que "no representa el pensamiento del Gobierno de Chile".
En el mismo texto se expresaba que la entonces secretaria de estado lamentaba "profundamente lo señalado" y que expresaba "públicamente sus excusas por estas declaraciones que pudieran ofender o estigmatizar a ciertos grupos de la población o establecimientos de salud".
Pero las disculpas no fueron suficientes. Parlamentarios de la UDI y RN exigieron que la doctora probara sus dichos e incluso anunciaron que la citarían al Congreso. En la misma onda, la asociación gremial de Clínicas de Chile pataleó que las declaraciones de la ministra son "de la máxima gravedad" y que como funcionaria pública "está obligada por ley a denunciar estos supuestos hechos a la justicia".
Y como la ministra no consiguió apoyo del gobierno durante la tarde y la pelotera escalaba, no tuvo más opción que renunciar. Y es que las declaraciones causaron gran molestia en La Moneda, pues acusar a las clínicas de realizar abortos no sólo abrió otro foco de conflicto con el empresariado y los médicos sino que además generaría otro de tipo judicial ya que situaciones como las denunciadas son penadas por la ley.
Poco antes de las 21 horas, el vocero de gobierno, Alvaro Elizalde, anunció que "a raíz de la controversia generada por las declaraciones de la ministra de Salud, que ella ha lamentado públicamente, debemos informar que la ministra Molina ha presentado su renuncia"
No se arrepiente
Tras confirmarse su renuncia, lejos de arrepentirse, la ex ministra no retrocedió un centímetro: "No me arrepiento de nada de lo que digo", agregó. "Si perjudico al Gobierno, eso me preocupa, pero bien. No me desdigo de nada", remató.
Mientras se define quien asumirá Salud, se hará cargo de la cartera el subsecretario de Salud Pública Jaime Burrows.