Andrea Monsalve dio cuenta de las “paranoias” y maltratos de su exjefa: “Ella me sacaba la chaqueta a tirones cuando consideraba que me veía ‘más bonita que ella’”.
Nuevos antecedentes se dan a conocer en torno a Andrea Monsalve, la falsa periodista contratada por Cathy Barriga en la muni de Maipú y que también fue formalizada por el desfalco municipal que supera los $ 30 mil millones.
De acuerdo a la investigación, la ex trabajadora de Mega recibió su sueldo íntegramente, durante cuatro años, pese a que estuvo con licencia médica.
En su testimonio, Monsalve acusó maltrato por parte de su exjefa, quien incluso la habría abofeteado.
Según detalló La Tercera PM, la mujer también aclaró el origen de su cercanía con Barriga, a quien conoció en el programa “Cantado por un sueño”.
“Yo lo que hacía con ella era llevarla a clases de canto, la llevaba a vestuario, y ayudaba en lo que ella necesitaba para el programa y una preparación para que ella pudiera canta”, contó.
Sin embargo, la relación comenzaría a tornarse extraña, cuando Barriga ya había asumido como alcaldesa.
“En algunas oportunidades me pedía que probara su comida antes de que ella lo hiciera porque pensaba que podía estar envenenada. Ella siempre pensaba que la estaban observando y espiando, por eso no usaba su correo electrónico y trataba de no dejar registro de las cosas. Estaba un poco paranoica en aquella época”, contó Andrea al Ministerio Público.
Asimismo, detalló que “varias veces fuimos a Contraloría a ver a un amigo de Joaquín Lavín hijo, y siempre iba la alcaldesa a hablar con él, de apellido Faúndez. A mí me daba miedo porque de la Contraloría siempre le objetaban cosas, en ese tiempo y después cuando me fui, me acordaba perfecto de todas las reuniones y cafés que se tomaban en la oficina de esa persona de apellido Faúndez en Teatinos. Eran muy amigos”.
De comunicadora a asistente
Sobre el origen de la tensión entre ambas, Monsalve explicó que Cathy “me dijo que quería que fuera su encargada de comunicaciones. Hablé con mi jefe del Mega y le dije que iba a estar un mes preparando mi salida porque iba a renunciar. A eso del 4-5 de diciembre llegué a trabajar con Cathy Barriga. Le convoqué tanta prensa que ese día Lavín papá asumía como alcalde de Las Condes y se tuvo que ir Maipú porque no había nadie en el punto de prensa de él”.
Y si bien creyó que seguiría trabajando como jefa de comunicaciones, terminó siendo una asistente personal. Incluso aseguró que debía cuidar a los hijos de la exjefa comunal y acompañarla a ver ropa.
“Ella me sacaba la chaqueta a tirones cuando consideraba que me veía ‘más bonita que ella’. Dos veces me pidió que, como ella llegó a una población con zapatos altos, me pidió los míos para ella no manchar los suyos, de todo esto Eugenio Aguiló vio muchas de las situaciones de maltrato-”, comentó Monsalve.
“Ella era así, muy déspota. La cantidad de secretarias que pasaron por ahí es impactante porque no duraban nada, a todas las despedía. Me gritoneaba constantemente y en algunas oportunidades me quitaba el saludo sin ninguna explicación. Ella hacía video llamadas con su marido y se reían hasta de mi almuerzo. Era una especie de celos que tenía conmigo”, agregó.
Las agresiones
Por si fuera poco, la falsa periodista comentó que Cathy Barriga la agredió físicamente, en más de una ocasión.
“Ella me golpeó en dos oportunidades. La primera fue un día en que Joaquín llegó a la oficina en la noche, y le preguntó a Cathy por qué tenía a su guagua Romeo todavía en la oficina a esa hora. Se pusieron a discutir y le dijo, yo me llevo a Romeo y tú quédate trabajando. Ahí entre ellos que estaban peleando y tironeando se cayó Romeo. Ella se encerró con Romeo en el baño a llorar, y cuando salió le dije ‘pero Cathy, por favor, no pueden tener este tipo de discusiones, es algo muy fuerte para que tu hijo esté pasando por todo eso’ y ella me pegó una cachetada y me tiró el pelo, y me dijo que no me metiera nunca más en sus problemas”, manifestó.
Dada situación, y que hubo un segundo golpe en otra oportunidad, Monsalve también reveló que debió ir al psiquiatra, y que incluso este fue pagado por el municipio. Además, reconoció haber firmado dos acuerdos de confidencialidad tras haber sido agredida.
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