La visita que los príncipes de Asturias realizaron a Chile dio la vuelta al mundo por la extrema delgadez de Letizia Ortiz.
En la cena de gala que el Presidente Piñera les ofreció la noche del martes en La Moneda, la periodista lució una blusa sin mangas que dejó al aire sus "bracitos famélicos", como consignó el Diario Vasco.
El Mundo la comparó con algunas modelos "que acaban transmitiendo unos valores que pueden confundir y conducir a trastornos alimentarios".
También El Economista publicó que "los huesos del cuerpo se le marcan de una manera realmente preocupante".
La Leti se casó el 2004 con el tincudo príncipe Felipe, y la entonces conductora de noticias lucía una figura normal que le ofrecía al heredero bastante de donde agarrarse.
Lo preocupante para sus súbditos es que desde que pisaron el palito la prensa hispana ha publicado varias veces fotos que evidencian su delgadez.
Está claro que Letizia mide un metro 68 centímetros, pero su peso es un secreto de Estado que sería harto menor de los 50 kilos que alguna vez le marcó la balanza, según copuchó el portal europeo www.dietasexy.com (ver nota aparte).
La edición francesa de la revista Elle aseguró que la condición de la flaquis "deja sospechas sobre la posibilidad de que existen trastornos alimenticios en la princesa española". Y lanzó que estaría con depresión.
POCO SALUDABLE
Ayer, antes de volar a Antofagasta, la pareja real visitó el Museo de Arte Contemporáneo.
Doña Letizia llegó arriba de unos tacos de 15 centímetros con un vestido de dos piezas, falda blanca hasta la rodilla y blusa sin mangas y sin escote color mantequilla, con encajes.
Su frágil figura también fue noticia. La reportera española Claudia Orlando contó que "tiene una apariencia poco saludable. En España están todos pendientes de su peso y de lo mucho que ha bajado desde que se casó. Se rumorea que tiene desórdenes alimenticios debido al estrés que significa ser princesa".
La actividad le llevó un cotelé con pastel de merluza, jamón serrano, vino, bebida y agua mineral.
Un par de garzonas copuchentas contaron que los príncipes no comieron nada y ratificaron que Letizia era "muy, pero muy flacuchenta".
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, calificó a las visitas como "dos humanos muy cariñosos y muy informados de la realidad nacional. Al principio el trato era de Su Alteza, pero después el ambiente se relajó y (la princesa) me pidió que la tratara como yo quisiera, y se despidió de beso".
En la tarde la pareja se reunió con la comunidad pepe en el Estadio Español, donde se le ofreció un cóctel de platos fríos. Fue el momento más cercano con la barra, pues aprovecharon de compartir y sacarse fotos con todos, pero tampoco echaron nada al real buche.
Anoche la parejita voló a Antofa donde hoy visitará el Centro Astronómico de la ESO y La Portada, antes de regresar a su país.
NUTRIÓLOGO: "DEBE CUIDARSE MÁS, ESTÁ AL LÍMITE DE LA DESNUTRICIÓN"
Según el portal español www.dietasexy.com, la princesa de Asturias conservaría la línea alimentándose de verduras como apio, lechuga, pepinos, espárragos y frutas como sandía, melón, uva y naranjas. No toca el pan, los fideos, el arroz y las galletas, pero tiene debilidad por el chocolate.
El nutriólogo Gonzalo Zúñiga, de Integramédica de Alto Las Condes, asegura que el manye de Letizia es "bastante deficiente en proteínas, lo que provoca pérdida en la musculatura, además que el estrés por su cargo también influye. Debe cuidarse más, porque está al límite de la desnutrición".