Pepito Tevé de Quellón se levantó en una casa de huifas

Como una casa de huifa donde se podían pasar agotadoras jornadas recuerdan los pescadores de Quellón al Bola Verde 2, que terminó sus días abrazada por el fuego.

Eso sí, no fueron las llamas de la pasión las que hicieron desaparecer esas paredes, testigos mudas de tanto amor, sino la furia de algunas chilotas choreadas de que sus maridos se gastaran las lucas con las esforzadas mariposas noctornas.

Las féminas se reunieron en las costanera y sin mediar mucha preparación partieron a la esquina roja de la ciudad e incendiaron el lugar. Parecía que hasta ahí llegaba la historia, pero un corredor de propiedades santiaguino, con pasado televisivo, decidió rescatar el lugar y transformarlo en un hostal que, a tres días del terremoto, ya está operando normalmente.

Se trata del recordado galán de los 70 y el chico de los sueños de las calcetineras de entonces, Jorge Alarcón, el Coke de "Música Libre", quien también protagonizó uno de los episodios más polémicos del recordado concurso Mister Chile de Sábados Gigantes. "Me descalificaron porque sufrí un tropezón en una especie de pasarela y para no caer eché la cadera hacia adelante... creyeron que estaba ostentando mi humanidad", soltó el ingeniero comercial, padre de 4 hijos.

Al final no siguió en la tele, a pesar de que en más de una ocasión fue tentado por la puerta 1, 2 y 3 de su primo hermano, el gran Fernando Alarcón, Pepito TV.

Rumbo al sur

"Después de hacer muchas cosas me dediqué al corretaje de propiedades. Tuve harto éxito y entre mis clientes tuve a ilustres como Felipe Camiroaga. Pero me aburrí de andar apurado y decidí que las seis décadas quería vivirlas tranquilo y me vine a Chiloé a puro ser feliz", contó.

Agregó que después de un par de matrimonios y relaciones fallidas se casó con Fabiola, después de pololear seis meses, y partieron a Quellón para armar la hospedería El Ensueño. "Los dos con hijos grandes dejamos las pegas y nos largamos a conocer sitios de alojamiento y decidimos ofrecer lo que faltaba.... un lugar lo más parecido a estar en casa", señaló.

Hoy reciben durante 24 horas turistas de todo el mundo, además de los compatriotas que viven en el extremo sur y que usan Quellón como una zona de tránsito. "Ha sido duro ver a los daminificados de la zona, pero seguiremos trabajando pos todos", remachó.

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