Más cosas comienzan a saberse a medida que pasan los días tras el ataque de los comandos Seals de la Armada gringa, que culminó con la muerte de Osama bin Laden (56), en Abbottabad, Pakistán.
Por ejemplo, que el barbudo líder de Al Qaeda tenía una tremenda relación con sus vecinos, especialmente, los pequeñines, a los que invitaba a su mansión para entretener a los suyos.
"Yo iba a jugar a la casa de ellos. Él tenía dos esposas. Una que hablaba árabe y otra que hablaba urdú. Ellos tenían tres hijos, una niña y dos niños. La familia me regaló dos conejos", declaró a la BBC Zarar Ahmed, de 12 años, un vecinito de la casona de Osama bin Laden.
La entrevista que Zarar dio a la cadena británica dolió a los servicios secretos de Pakistán, ya que es la prueba de que el hombre más buscado del mundo vivió a cuerpo de rey durante seis años bajo sus propias barbas.