Solo porque Dios es grande, una angelita con capacidades diferentes de apenas 4 años sobrevivió a una caminata de varias horas por la frontera entre Chile y Bolivia, soportando temperaturas que bordean los cero grados.
La pequeña, de nacionalidad boliviana, se habría escapado desde su casa en la localidad de Pisiga de Bolivar, en el país altiplánico, a eso de las 19 horas del sábado, recorriendo más de 5 kilómetros solita por la cercanía de la frontera con nuestro país.
Pasada la medianoche, y como es costumbre, los polis de la Subcomisaria Colchane, en la región de Tarapacá, fueron a darse unas vueltas de rutina en una camioneta por el sector para prevenir delitos, pillando de casualidad y gracias a los focos de la 4x4 a la menor caminando entumida en medio del desierto.
“Nos dimos cuenta que era una niña con síndrome de Down y que no hablaba nada. A esa hora del día en el pueblo se corta la luz y sólo la posta y la unidad policial poseen energía eléctrica por generadores. Tomamos a la niña y la abrigamos, ya que la temperatura es cercana a los cero grados. Luego la llevamos al centro asistencial de la zona donde la examinaron. Se encontraba bien”, se fue de lengua el teniente Cristian Constanzo.
BUSCANDO A SU MAMI
Luego de darle manye y hacerla dormir, los verdes salieron a patrullar nuevamente en busca de algún familiar que reconociera a la pequeña. Preguntaron por la comuna y residenciales, pero nada. Así que volvieron al lugar donde apareció y ahí encontraron a una mujer que, con linterna en mano, buscaba a su hija.
“La mujer estaba desesperada, le mostramos a la niña y la reconoció como su hija”, agregó Constanzo.
De ahí se reunieron, comieron algo, y tras informar al tribunal de familia sobre la situación, ambas volvieron sanas y salvas a su hogar en Bolivia.
“Las trasladamos en la camioneta hasta el límite fronterizo donde las esperaban familiares. Fue de milagro que esto no pasara a mayores”, parló el poli.