Yudith Leiva (29) vive en la esquina de Cueto con Huérfanos, en pleno centro de Santiago.
Todos los días circula por la calle con su hijita Nicole, de 8 meses, con la que siempre va a comprar el pan o a buscar a sus otros dos hijos que están en el jardín.
Desde que se inició la paralización de los titanes del sector público, la calle se ha llenado de basura y el olor a putrefacción inunda cada rincón de su calle y del sector.
"Es imposible pasar por acá. El olor es terrible. Van cuatro días sin que los basureros municipales recojan la basura. Ojalá que lleguen a un acuerdo, porque la gente común es la que está seindo perjudicada", señaló la dueña de casa.
La mujer esquiva las cáscaras de papas y los restos de comida para que el coche no sea tragado por la basura. Pero ese no es su mayor problema. Lo peor de todo es que hace un par de días están apareciendo guarenes desde una alcantarilla ubicada a un metro del improvisado vertedero que ha sembrado el pánico en el barrio.
"En las mañanas y en las noches salen unas ratas inmensas. Imagínese que además de lo horrible que es verlas como se alimentan a pasos de nuestra casa, el colmo es que pueden provocar infecciones graves. Yo tengo miedo por mi guagüita".
Según la intendenta suplente de la Región Metropolitana, Alejandra Vásquez, producto del parelé sólo un tercio de la basura que se ha acumulado en la comuna de Santiago puede ser retirada de las calles. En todo, caso dijo que el Ejército de Chile ayudará a retirar la basura de las calles.