Detenida entre cientos de soldados armados hasta los dientes, se encuentra la periodista Sandra de la Fuente, quien cometió el error de mandar una encomienda por valija diplomática con cargo al regimiento Pudeto en Punta Arenas.
La profesional de las comunicaciones, que ponía el hombro en la institución castrense, usaba el servicio de encomiendas de vez en cuando, igual como lo hacían los oficiales del recinto militar, para mandar sus cositas a familiares lejanos.
“Ella reconoce que usa el servicio, que asciende a una suma total de 196 mil pesos. Sin embargo la Fiscalía Militar no tomó en cuenta que el artículo número 20.477 y que señala que ningún civil puede ser juzgado por la justicia militar”, señaló el abogado Juan José Arcos.
El defensor de la apóstol de la prensa, que lleva 12 días encerrada en los cuatro muros del regimiento, no se guardó nada y sacó la voz por Sandra, quien chachareó que esta es una medida desproporcionada.
“Es un desatino tenerme acá siendo custodiada, prefiero no hablar ya que me lo prohibieron. No es justo tener a un civil así”, se desahogó la chiquilla con La Cuarta, quien se excusó de seguir parlando ya que le avisaron que se mantuviera calleuque el loro para no herir susceptibilidades.
“Solicité una medida cautelar de fianza para mi defendida y me dijeron que la iban a revisar. Sin embargo aún no pasa nada y ese es un trámite relativamente breve”, agregó ofuscado el abogado Arcos.
La periodista, oriunda de Temuco, lleva 12 años trabajando en las comunicaciones castrenses, sin embargo, con lo que pasó ya no confía en nadie a su alrededor.
“Ella está muy mal anímicamente y está evaluando su futuro dentro de la institución. Esto es muy injusto y debe parar ahora mismo”, puntualizó el leguleyo.
Desde el Ejército se remitieron a decir que la investigación está en pleno curso y que hay secreto de sumario, por lo que no hablarán durante los 40 días que dure la causa.