Periodista pop escribe mejor de lo que maneja un bus del Transantiago

La orden de mi jefe fue la siguiente: "Anda a la feria del transporte y súbete al simulador de buses del Transantiago. Hazlo medianamente bien y trata de no chocar, poh'".

Con dichas directrices me dirigí hasta la 9ª Feria del Transporte Fenatran Chile Anac 2014, que se realizó en Espacio Riesco, en la comuna de Huechuraba, con la intención de dejar bien parado mi nombre a la hora de tomar el volante.

Mis pasos me llevaron al stand del Instituto de Gestión del Transporte (IGT), donde mostraron con orgullo el simulador de inmersión total, Lander Simbio, para el transporte de pasajeros y cargas.

Cabe mencionar que IGT es una institución ligada a la capacitación y certificación de conductores profesionales, quienes presentaron este simulador profesional móvil a las autoridades ligadas al transporte de carga y de pasajeros.

Acompañado por el repotero gráfico Gabriel “pantalones arrugados” Gatica, me senté en el asiento de piloto del simulador, donde pusieron frente a mis ojos el interior de una cabina de un bus articulado del Transantiago.

Luego de las instrucciones de rigor, apreté el acelerador y manejé por una ciudad parecida a Chago City, aunque mucho más limpia y sin tipos ofreciéndome limpiar los vidrios del toco con su agüita milagrosa.

Entre las pegas que enfrenté en el simulador estuvo doblar por las calles con esa tremenda máquina, recoger pasajeros, parar en los semáforos en rojo y respetar las leyes del tránsito. Todo ello, aderezado con distintas condiciones climáticas, como una intensa lluvia.

Pese a que era un simulador, me quedó en evidencia lo complicado que es manejar uno de estos buses, así que ahora tendré más paciencia con los choferes del Transcacho, que a veces frenan como si atrás llevaran una carga de arena.

Pero los caperuzos de IGT no sólo me hicieron probar una microlia verde y blanca. Para ponerle más emoción al asunto, cambiaron el programa y me chantaron al frente de uno de esos camiones que transportan material para faenas mineras.

Ahí, y justo cuando pensé que le había agarrado la mano al asunto, perdí el control de la máquina y me estrellé contra un bus de pasajeros. De haber sido un choque verdadero habrían muerto muchas personas, de ahí la importancia de un simulador como éste.

Por mi parte, mejor seguiré escribiendo crónicas y reportajes.

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