Periodista se agarró con narcos porque le dieron polvos royal en vez de cocaína

Presos quedaron dos de los cuatro cumas que el jueves detuvo la policía civil por el crimen de la periodista audiovisual Pamela Farías Matamala (40).

Se trata de José Ignacio Z.N. (16) y Gustavo Salazar Arroyo (20). Ambos confesaron haber asesinado a la profesional en su departamento de Ñuñoa, luego de que ella los retó porque le dieron un mote pateado con polvos royal.

Los criminales le habían prometido a Pamela un papelillo de coca a cambio de que les prestara su Kia Pop para traficar droga.

El cambalache terminó con la profesional muerta luego de que ella se dio cuenta del engaño y los encaró por chuecos.

En medio de la pelea, le dieron 2 puntazos en el cuello, le amarraron los pies y las manos con huincha y las luces del árbol de Pascua y luego la llevaron a la pieza. Enseguida la tiraron de espalda en su cama de 2 plazas y le metieron un calzón en la boca para que no siguiera gritando, tras lo cual intentaron estrangularla con el cordón del cargador de un celular. Debido a que no pudieron matarla, le pusieron una bolsa de supermercado en la cabeza y también una almohada.

Después que mataron a Pamela, le robaron joyas, 2 teléfonos y el auto, que después que lo usaron para carretear intentaron venderlo en 300 lucas en un taller de calle Tocornal. Como no pudieron moverlo lo dejaron tirado en el pasaje monseñor José Fagnano.

Al "Pepe" y a Gustavo Salazar ayer les formularon cargos por robo con homicidio y quedaron presos. Los homicidas podrían ser condenados a presidio perpetuo calificado, ya que actuaron con alevosía y ensañamiento. Al menor le cargaron además el delito de microtráfico de drogas.

LIBRES

A los otros detenidos -Raúl Alejandro Gálvez (47) y su hijo Diego (16)- los soltaron porque sólo le vendían falopa a la víctima y esa noche nunca subieron al departamento.

Fue por intermedio de "El Jano Grande" que los asesinos conocieron a Pamela, cuya autopsia estableció que era consumidora habitual de cocaína.

Según el fiscal Rodrigo Mena, la periodista jalaba al menos 3 veces a la semana con una pajita que la policía encontró en su billetera. Pamela, de 1,72 de estatura, era capaz de consumir hasta 3 gramos en media hora y por lo mismo murió pesando apenas 54 kilos.

Raúl Gálvez reconoció que desde julio de 2006 le vendía coca a Pamela, a su novio Julio Villegas Mardones y a su amiga íntima Mónica Contreras.

Pamela fue asesinada la noche del jueves 24 de enero y el día anterior se había drogado y emborrachado en su departamento junto a su pareja. Como era costumbre, los motes se los fue a dejar Raúl Gálvez.

JURAN QUE VENDÍAN A "FARÁNDULA"

El distribuidor de drogas Raúl Alejandro Gálvez Ramírez declaró que consume coca hace 5 años, cuando su mujer le dio la cortada y se fue con otro hombre. El comerciante dijo que después empezó a venderle motes a sus amigos hasta convertirse en microtraficante.

La falopa la compraba en la población La Legua. Contó que con 20 lucas le alcanzaba para 4 gramos del alcaloide: Tres los vendía y él se quedaba con uno.

Luego metió en el narconegocio a su hijo de 16 años, a quien incluso mandaba a dejar los papelillos a la casa y al trabajo de sus clientes, varios de los cuales -señaló- pertenecen a la farándula y al espectáculo.

"El Jano Grande" y "El Jano Chico" fueron formalizados por tráfico de pequeñas cantidades de droga.

Pese a que el grandote incluso tiene 2 condenas, el juez César Orellana lo dejó en libertad junto a su hijo, por lo que ambos podrán esperar el juicio guatita al sol.

Carlos Godoy S

COMPARTIR NOTA