Cuando un periodista tiene un objetivo en la cabeza, no hay nada ni nadie que pueda detenerlo. Obvio, pues lo ágiles de la prensa no le arcadas a los desafíos y están dispuesto a todo con tal de salirse con la suya.
Así al menos lo dejó en claro un jugado un reportero alemán, quien no encontró nada mejor que disfrazarse de sacerdote para colarse en la habitación del hospital donde se encuentra internado Michael Schumacher.
Eso sí, el pobre periodista quedó con el manso cuello cuando las Fuerzas de seguridad de la clínica lo pararon en seco justo cuando se dirigía a la sala del ex campeón del mundo de Fórmula 1, quien se encuentra luchando por su vida tras sufrir un cuático accidente en esquí el pasado fin de semana en Francia.
En esa onda, la mánager del ex piloto hizo un llamamiento a los medios de comunicación para que respetaran la privacidad de "Schumi", a pesar del gran interés mundial que existe por el estado de su salud. "Está claro que cada vez hay más gente intentando acceder a la zona en la que Michael está en coma", aseguró Sabine Kehm.
En cuanto a su estado de salud,
los docs del recinto médico aseguraron que el alemán fue sometido a una segunda intervención para reducir la presión intracraneal y que este martes tuvo una "leve mejoría"
este martes.