Paul Gascoigne no logra superar los problemas que tiene con el copete y ahora lo pillaron en las afueras de un hotel en Londres, tirado en el piso y más doblado que un churro.
De acuerdo a lo que sapeó The Sun, el primo british de LaCuarta.com, el desordenado pelotero estaba en el lugar acompañado de unas muletas que le ayudan a caminar, a raíz de un problema en la rodilla izquierda, y dos botellas de gin ocultas entre sus ropas para, según dicen, capear el frío londinense.
Cercanos al ex astro de la selección inglesa dicen que para Gascoigne es más fácil hacer un gol olímpico que superar el problema que tiene con el alcohol.
"Espero que pueda salir de esto pero no sé si su cuerpo va a soportarlo. No quiero que sea una de las tantas personas que mueren por culpa del alcohol", soltó Ronnie Iran, amigo de Gascoigne.
Hasta ahora, el estado del jugador se mantiene en reserva.