No se le abrieron las grandes alamedas, pero sí el Parque Forestal. Pese a que el candidato de la derecha llegó en una camioneta Hyundai hasta su comando, Piñera se subió rapidito a su micro -esa que dice "Mójate por Chile, inscríbete" en la que sus hijos recorrieron el terruño- para formalizar su candidatura. Descendió del bus a las 10.50 de la matina frente al Museo de Arte Contemporáneo. Rodeado de partidarios que alzaban banderas, globos y gritaban a voz en cuello "¡Se siente, se siente Piñera presidente!", Tatán cruzó el Forestal para estampar su mosca en el Servicio Electoral (Servel).
Luego de firmar con un humilde lápiz Bic negro, acompañado de su esposa, Cecilia Morel, sus cuatro retoños, y varios alcaldes, el empresario se convirtió en el primer candidato en oficializar su candidatura.
"Quiero agradecerle a esos millones de chilenas y chilenos que saludan en formas tan distintas como un abrazo, a veces tan apretado que deja las costillas lastimadas", señaló.
Luego agarró papa: "Esta candidatura no va a quedar empantanada en descalificaciones (...) tiene un compromiso de alma y corazón con todos los chilenos y los más pobres de nuestro país".
ESCENARIO
Luego abandonó el edificio y se subió a un escenario. Unas trescientas almas piñeristas lo aclamaron entre batucadas. Estallidos de bombas de chaya le dieron el toque festivalero.
Al final Tatán se retiró del lugar en la misma microlia. Subió por la puerta delantera junto a su señora y a sus 4 hijos. Los sheriffs de Ñuñoa, Cerro Navia, Santiago, Puente Alto, Viña del Mar y Conce, lo siguieron. El único que se subió por la puerta trasera fue el presi de RN, Carlos Larraín.
Un asesor le dijo a Piñera que la subida "estuvo fome". Al toque el Seba y Cecilia asomaron la cabeza por la ventanilla para despedirse. El bus, repleto hasta el tope, se hizo humo como si fuera un típico Transantiago.
Ronald Henríquez M.