El décimo ataque que se le atribuye al pirómano de Curacautín afectó a la Tercera Compañía de Bomberos de la ciudad de la Región de la Araucanía.
Desde el 5 de octubre, el enfermo habría quemado, entre otras cosas, otro cuartel de Bomberos, un contenedor, cachureos y un furgón del departamento de educación de la municipalidad.
En su última fechoría el desquiciado dejó como chatarra un carrobomba avaluado en 180 millones de pesos, y otro con daños menores.
El comandante de la compañía afectada, Miguel Fernández, contó que también se quemó el 40 por ciento del cuartel, por lo que los daños totales andan entre los 220 y los 240 millones de pesos.
Sobre la forma de operar del tonto, Fernández dijo que en sus 25 años de servicio no había visto nada igual, que el pirómano ha atacado sólo el radio urbano de la comuna y que aún no hay pistas sobre su identidad.
En cuanto a la motivación del incendiario, dijo que "no lhemos visto panfletos de reivindicaciones ni nada parecido".
El hombre encargado de dar con el enigmático delincuente es el fiscal antiflamas, Iván Isla, quien coordina el trabajo de la policía civil y uniformada.
En tanto, el superintendente de Bomberos, Javier Pizarro, calificó al pirómano como "una mente enferma", mientras que en la comunidad hay temor de que las fechorías del loco terminen con un vecino herido o en la morgue.
