La época veraniega es sinónimo de sol, playa, piscina y vacaciones escolares. Pero cuando se tienen niños, una de las principales preocupaciones es cómo mantenerlos entretenidos, sobre todo si se vive en departamento.
Por lo mismo, las piscinas se han convertido en el equipamiento más cotizado en los edificios, ya que son un gran aliado a la hora de conseguir entretención sin gastar de más.
Por esta y otras razones, se han incorporado en la oferta inmobiliaria, con diversas opciones, dependiendo del segmento al que va el proyecto.
"Contar con extras en una propiedad es un factor muy importante para los inversionistas, quienes compran para luego arrendar y buscan entregar un factor atractivo a sus arrendatarios, quienes podrán tomar la decisión de alquilar un departamento tomando en cuenta la presencia de una piscina en el edificio, así como áreas verdes u otros elementos extra, como zonas de juego, sobre todo si se trata de familias con niños", explica Francisco Ackermann, Gerente Comercial de Capitalizarme.com.
De piscinas a jacuzzis
Dependiendo del sector y el público objetivo, así será la piscina que se busque. Incluso, en condominios que tienen mayor espacio hasta cuentan con toboganes, para diversión de los más chicos.
El entorno también es fundamental para generar una buena impresión, por lo que se han sumado dispositivos de iluminación y temáticos atractivos, como grandes terrazas, palmeras, reposaderas e incluso pistas de trote alrededor.
A esto se le deben añadir innovaciones como piscinas de nado de varios metros de extensión, sectores de agua que ofrecen mayor privacidad a los residentes, e incluso, algunos ofrecen jacuzzis.
En otras construcciones, debido a que los espacios son más reducidos, se aprovecha la altura para generar vistas panorámicas de la ciudad.
DECEPCIÓN POR PISCINA
¿Es tan importante? Al parecer, y pese a que se cifre como algo importante para los compradores de propiedades, lo cierto es que para los arrendatarios más expertos esta es una condición que cada vez cobra menos relevancia.
Así al menos le pasó a René Barrientos, quien se cansó de las piscinas. "Siempre pasan llenas, uno sube y no hay ni espacio para sentarse a descansar. Tal vez cumple para los niños un rato, pero como espacio de relajo no es funcional. En el fondo, se gasta mucho plata en su mantención, y el uso que uno les da es mínimo", reclamó.