El hecho ocurrió cerca de la 15 horas, cuando los malacatosos llegaron al hogar premunidos de armas de fuego, cuchillos y una placa PDI más charcha que terno de toalla.
Cuando la dueña de casa cachó que no eran sabuesos, sino que tres chantas de múltiples colores que querían aspirarle su casa, los echó cascando.
Fue en ese momento cuando apareció el ídolo en cuatro patas, que tras mostrarles los dientes, le mordió sin asco un cachete a uno de los sinvergüenzas.
"Llegan tres sujetos premunidos de armas de fuego y armas cortantes también, pero al intentar ingresar a la casa son repelidos por esta mujer y además se suma a ello un perro de raza pitbull. Al ser mordidos, ellos se dan a la fuga", dijo el comisario de la PDI, Cristián Mérida, de la Bicrim de Macul.
La dueña de casa luego llamó a los polis de verdad, que al toque se lanzaron a las calles en busca de los amigos de lo ajeno.
Funados
Y fue precisamente la ropa rasgada por la mordedora del lindo perrito lo que echó al agua a dos de los delincuentes.
Se trata de Hans Caroca Tapia (23) y Cristián Rivera Curicallán (19), quien era conductor de Uber. El tercer pato malo era buscado hasta el cierre de esta edición.
Tras la detención de los individuos se recuperaron las armas usadas para este intento de asalto, además de una placa que simulaba ser de la PDI.