Un estudio de la Universidad Católica de Maule detectó plaguicidas peligrosos y prohibidos en la orina de escolares chilenos de zonas rurales.
Se trata del Paration, "altamente peligroso y tóxico para la salud y el medio ambiente, porque tiene comprobados efectos cancerígenos y neurotóxicos, no estando permitida su venta en Chile", denunció la doctora María Teresa Muñoz.
La médica dijo que este producto estaría siendo usado para exterminar plagas de roedores o similares en Talca y San Clemente, 240 kilómetros al sur de Santiago, consignó radio ADN.
Detalló que también se encontraron otros plaguicidas, "que intuíamos que aparecerían, como Clorpirifos, Diazinon y otros que no son organofosforados como Piretroides y el Herbicida 2,4-D".
Respecto de este último, señalo que "también tiene efectos a nivel reproductivo".
Fortalecer la normativa
Urgió a las autoridades a "fortalecer la normativa para prohibir el uso de los plaguicidas más peligrosos, y aumentar el control en las aplicaciones y la venta de ellos".
Explicó que la exposición a estos productos organofosforados puede generar depresión y ansiedad, síntomas que pueden conducir a la ideación suicida.
El surgimiento de la agroindustria a fines de los años 70 y el consecuente boom exportador frutícola llevó al uso indiscriminado de pesticidas en la agricultura chilena, sin que la población estuviera advertida de las condiciones de aplicación y almacenamiento.
Incluso llegó a aplicarse por aire en campos cercanos a poblados urbanos y bajo fuerte exposición al sol, lo que los hacía más peligroso para la salud humana.
Las denuncias y alertas realizadas por las organizaciones sindicales campesinas no fueron escuchadas, pese a las evidencias mostradas en la salud de los trabajadores y sus familias.