Analistas dudan que la elección del 25-O logre poner paños fríos a las peloteras.
El domingo se cumplió un año del estallido social, el cual se conmemoró con miles de personas en Plaza Baquedano. Lamentablemente, los cabezas de polera de siempre generaron graves hechos de violencia, los cuales terminaron con dos iglesias incendiadas, saqueos y mobiliario público destruido.
Pero este domingo viviremos el plebiscito constitucional, que para algunos, podría ser el bálsamo que por fin aplaque la violencia callejera. Sin embargo, para varios analistas políticos, la votación no sería la panacea que esperamos.
Para el analista político, Guillermo Holzmann, el plebiscito "no marcara un antes y un después en el tema de la violencia, sino que será una señal muy potente en el sentido de que el domingo 25 se cierra una etapa y el lunes 26 parte otra que estará muy marcada por la negociación política".
Para el experto, la violencia "no posee una raíz política si no que usa el paragua de las demandas sociales y la presión política al gobierno, para poder realizar acciones que efectivamente son vandálicas, antisistémicas y de no respeto a las normas democráticas, y en esa perspectiva tienen otros intereses que son diferentes a los que están expresados legítimamente por personas que desean una modificación en la manera que el Estado funciona".
Para Máximo Quitral, cientista político UTEM, "la posibilidad de que hayan episodios de protesta, tiendo a pensar que van a continuar, a pesar de la salida que dieron los partidos políticos a través de este plebiscito, en que uno podría haber pensado en una tranquilidad en esa dirección".
Agregó que "lo que se ha solicitado es que los gobiernos se hagan cargo de las demandas (sociales) y no sigan postergando los planteamientos de los distintos movimientos, y los incorporen dentro del actuar político, y como eso ha quedado postergado, las protestas del último tiempo han sido mucho más agresivas que las anteriores".
Señales
Francisco Vicencio, cientista político e investigador del Centro de Políticas Públicas UNAB, indica que "generalmente los procesos eleccionarios tienden a contener todo este tipo de movimientos sociales, no obstante, hay que ver si estas elecciones sirven para mitigar las acciones violentas, que no representan al movimiento social, y si se van a poder moderar las expectativas, porque el cambio de la constitución no va a solucionar mágicamente las demandas ciudadanas.
Por lo tanto el Legislativo y el Ejecutivo deben dar señales claras al respecto, de cercanía, de empatizar".
Por su parte, Pedro Díaz, doctor en Ciencias Políticas y director de la Escuela de Administración de la U. Austral, cree que "los actos de violencia marcan un descontento social importante y este descontento no se va acabar después del apruebo o el rechazo, sea cual sea la opción ganadora".
El profe cree que puede nacer un malestar "asociado, por ejemplo, a la escasa posibilidad que tienen los independientes a participar en la escrituración de la nueva constitución".
PDI y fiscalía investigan muerte de joven en PAC
La jornada de conmemoración del 18-O del pasado domingo, dejó como saldo una persona fallecida en la población La Victoria, en Pedro Aguirre Cerda, en medio de un ataque a la tenencia que hay en el lugar.
Según informó la institución policial, los hechos se habrían producido cuando un vehículo de carabineros, que iba a un procedimiento, empezó a recibir disparos, lo que obligó a los policías a responder. El General Inspector de Carabineros, Ricardo Yáñez, indicó que la Brigada de Homicidios y de DDHH de la PDI, está investigando el hecho.