Bruno Villalobos dijo que "es preferible transparentar todo lo que nos afecta como institución y poder darlo a conocer a la opinión pública, los hechos que se investigaron dan cuenta de la eventual comisión de algunos delitos por parte de algunos oficiales, principalmente del escalafón de Intendencia, por lo que se le ha pedido el retiro de la institución a un total de nueve de ellos".

Siendo más preciso el general dijo que la cochiná se realizó "manipulando las cuentas corrientes de Carabineros" y desviando fondos desde esas cuentas hacia "cuentas corrientes de terceras personas".

La platita que los verdes habrían desviado superaría los 600 millones de pesos, y en cuanto a la responsabilidad de los expulsados Villalobos dijo que "hay algunos que son participantes directos del hecho delictual, pero también hay algunos que están llamados a retiro por una condición de mando".

El carabinero con más jineta que debió cerrar la puerta por fuera fue el general Flavio Echeverría, y todo el resto son oficiales.

Para ser más preciso en cuanto a la modalidad del fraude, Villalobos dijo que consistió en el traspaso de dineros de la institución a cuentas corrientes personales.

Sobre las investigaciones, el general director explicó que hay dos que están siguiendo el curso normal, "la primera es una investigación judicial que lleva el fiscal de Punta Arenas, y la otra es la investigación administrativa que ha generado el pase a retiro de los nueve oficiales".

Los chanchullos ocurrieron hasta el 2015 y se habrían realizado por los menos durante seis años.

Villalobos, por último, dijo que "prestaremos toda la colaboración a los tribunales de justicia y al fiscal de P. Arenas; son los carabineros los que están denunciando y el fiscal sabe del compromiso nuestro y la seriedad como institución para abordar este tipo de problemas".