“Compartió en nuestra mesa y hablaba de lo buena enfermera que era, sin dejarnos mucho a nosotras conversar”, recordó la joven que sobrevivió a una serie de puñaladas.
A pocas semanas de sufrir un cobarde y brutal ataque en las inmediaciones de la Clínica Cordillera, en la comuna de Las Condes, Pola Álvarez habló por primera vez en televisión.
En diálogo con Mucho Gusto, la joven de 32 años entregó detalles de la agresión que casi la cuesta la vida, luego de recibir once puñaladas por parte de un motorista.
Con el paso de los días, el sujeto sería identificado como Enrique Hanson, pareja de una excolega, con la que Pola sostenía una pésima relación. Se trataba de Patricia Henríquez, la mente detrás del crimen, que había dejado el recinto médico un par de semanas antes, enemistada con la víctima. Puede leer los detalles de la historia, que incluye acusaciones cruzadas e incluso un mensaje vía una canción de Shakira, aquí.
Consultada sobre la foto donde se le ve sonriendo junto a la imputada, Pola Álvarez explicó que corresponde a una imagen de marzo pasado, en el marco de un festejo familiar.
“Mi hermano inauguró un bar en avenida Apoquindo. Yo, cuatro días antes de esta inauguración, hice un grupo con mis amigos, que son los de mi turno, no excluyéndola a ella. Si bien no la conocía tanto, estaba en mi turno”, aseguró.
Sin embargo, la joven recordó que “dos días antes, yo me sentía muy cansada así que les dije ‘saben, chicos, mejor dejémoslo para otro día, vamos en otro momento a celebrar, estoy muy cansada’. Todos me dijeron que sí, que ningún problema”
“El día de la inauguración me llama mi hermana, yo le digo que estoy cansada, pero ella insistió”, reconoció Pola, motivo por el que finalmente decidió asistir.
Ya en el local, la sorpresa sería mayor. Transcurridas las horas, Henríquez hizo su aparición.
“Llegó Patricia, pese a que yo había dicho que no iba a ir. Llegó acompañada. Creo que por alguien que no era del rubro de la salud. Llegó y lo primero que me dice fue ‘ah, viniste’. Sacó una silla, se sentó, se presentó con mi hermana y me dice ‘yo también soy enfermera, pero yo soy enfermera pediátrica’, lo que no iba a lugar”, indicó.
“Se sintió desplazada”
Finalmente, Álvarez rememoró que la acusada de planificar su asesinato “habló toda la noche más que todos nosotros, compartió en nuestra mesa y hablaba de lo buena enfermera que era, sin dejarnos mucho a nosotras conversar. Era más su biografía. Me pareció raro”.
“Estuvimos alrededor de una hora más con ella y dijimos ‘vámonos’, porque al día siguiente había que trabajar. Yo creo que ahí se enojó, porque se sintió desplazada”, concluyó.