Dijo que la pobreza chilena es más dura y que "no sólo se produce basura, se produce gente que es considerada basura".
Desde el 2015 que el sacerdote jesuita Felipe Berríos vive en Antofagasta para trabajar en el sector denominado Luz Divina. Y allí fue a entrevistarlo una corresponsal de la cadena alemana Deutsche Welle para hablar de la pobreza en Chile.
Y, la verdad, es que el padre Berríos tiene un diagnóstico lapidario sobre el tema en el país.
Tal cual, porque el sacerdote no duda que la pobreza en nuestro país "es una pobreza mucho más dura" que en otras partes del mundo.
Por ejemplo, asegura que "la pobreza en el África negra es una pobreza donde no hay basura porque no hay consumo, no hay nada y la gente no sabe lo que se pierde. Entonces, hay cierta como una cierta inocencia".
En Chile, en cambio, esta "basada en la basura, en el consumo desenfrenado. No sólo se produce basura, se produce gente que es considerada basura", planteó.
Y en ese mismo sentido, indicó que la de nuestro país es "una pobreza más dolorosa porque la gente ve en televisión lo que sus hijos se están perdiendo".
"Es una pobreza tal vez disfrazada, porque tú no ves hambre o no ves miseria, pero es una pobreza mucho más dura", puntualizó.
De acuerdo a los datos entregados por la Cruz Roja a mediados de año, más de 300 millones de personas viven en la pobreza en África, donde se sitúan los 34 países más pobres del mundo.
En ese continente hay 319 millones de personas que no tienen acceso al agua potable.
En contraste, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ubicó en 2017 a Chile, detrás de Uruguay, en el segundo lugar de los países de América Latina con "menor índice de pobreza".
Detalló además que Chile es el país con menos casos de desnutrición en América Latina, según la FAO, y solamente un 1% del quintil más pobre de los chilenos vive en viviendas construidas con materiales precarios.