A poco más de 40 días que se dé el vamos a la Regata del Bicentenario, el ministro de Defensa, Pancho Vidal, y el almirante Edmundo González, lanzaron ayer oficialmente la travesía de los buques escuela hispanoamericanos.
Todo partió porque las armadas de Chile y Argentina quieren celebrar sus 200 años de poderío marítimo y para ello cranearon una travesía en la cual representantes de 13 países -incluida la Dama Blanca- visitarán 16 puertos, con miles de millas náuticas a cuestas, todo entre febrero y julio de 2010.
"El Gobierno le da todo el respaldo a la Armada, porque este es un sueño que se inició el año 2004. Tendremos la regata más grande que se conoce", aleonó Vidal.
A su vez, el jefe de la Armada describió la aventura como "una regata en señal de paz y fraternidad hacia toda América".
Con más de 2 mil popeyes a bordo, las naves zarparán el 7 de febrero desde el puerto de Río de Janeiro y llegarán el 23 de marzo hasta el Cabo de Hornos donde enfrentarán la prueba más dura: Cruzar el estrecho a vela hasta llegar al primer puerto chileno en Punta Arenas.
El costo del brillo para el Estado será de 3 millones de dólares. "Es un tremendo desafío. Hay que estar muy bien entrenado y saber hacer bien las cosas", dijo el representante de Poseidón en el terruño.